Nymphomaniac, de Lars von Trier, llegó a las pantallas españolas como dos volúmenes divididos a machetazo a pesar de ser una sola película, con una estructura indivisible. El filme se basa en la confesión de Joe a un anciano que la ha recogido de la calle en un estado un tanto deplorable. Un gran flashback dividido en varios capítulos de corte erótico con algunas escenas un tanto explícitas forman la última película del director danés.

Nymphomaniac es una guerra contra los tabús sexuales, una rebelión contra los géneros y un alzamiento a favor del hedonismo. A partir de pequeñas conexiones entre la dimensión temporal real de la película y los recuerdos del pasado de Joe, Von Trier desenvolupa una historia repetitiva a nivel estructural y a la vez visceral y emotiva a nivel argumental. Visualmente es un filme potente que se arriesga con composiciones pop sobre la pantalla pero a la vez tiene una lenguaje visual muy tradicional plagado de diálogos lapidarios. El interés moralista a partir de las acciones de Joe se adereza con momentos educativos sobre arte, música y literatura y con pequeñas dosis de humor negro. Una exagerada campaña de márketing hizo que la película adquiriera una dimensión tremendamente explícita y violenta aunque en realidad, en la historia como tal, no era necesaria.

El filme, redondo durante gran parte del metraje en cuanto a tono y ritmo, pierde su hilo y desconcierta al espectador en el final del mismo. Von Trier liquida el filme con un final propio de un gag de Benny Hill, destrozando el tono del filme completamente y rozando el absurdo, dando más importancia al sentido catártico de la confesión de Joe que no a las expectativas del público.

Título: Nymphomaniac

Director: Lars von Trier

Año: 2013

País: Dinamarca

Reparto: Charlotte Gainsbourg, Stellan Skarsgård, Stacy Martin, Shia LaBeouf, Connie Nielsen, Christian Slater...

Palmarés: Festival de Berlín (Sección oficial fuera de concurso), Mostra de Venecia (Sección oficial fuera de concurso)

Puntuación: 8 de 10

Trailer: