Gus Van Sant es, sin duda, una de las figuras más emblemáticas de la historia del cine indie americano, con joyas en su repertorio cinematográfico como Drugstore Cowboy, Mi Idaho Privado o Elephant (película con la que ganó la Palma de Oro en Cannes y fue aclamada por unanimidad por la crítica). Aunque en los últimos años se ha ido separando de sus raíces indies, con películas como Harvey Milk o Tierra Prometida, sigue sorprendiendo la noticia que él sea el escogido para hacer la adaptación americana a la gran pantalla de Death Note.

La historia que se adaptará proviene de un manga japonés que triunfó mucho internacionalmente y, especialmente, en su país de origen. Fue tanta su popularidad que en la región nipona ya se han hecho varias adaptaciones en diferentes medios y ha creado un gran grupo de fans alrededor del mundo.

El protagonista de la narración, Light Yagami, es un joven genio a quien le llega en sus manos un cuaderno con el poder de matar a quien quiera (solamente conociendo su nombre y su aspecto físico) de la forma que él desee. Su ego irá creciendo hasta creerse un dios, pero de repente aparecerá otro joven genio, una detective bajo el nombre de "L", que intentará descubrir la identidad del protagonista y acabar con él. Una lucha de genios empieza en este momento que no acabará hasta el fin de la historia.

Los nervios y las preocupaciones están puestas sobre la mesa. Nadie sabe cuál será el resultado de este experimento que ha reactivado Warner Bros a través de Vértigo Entertainment: un manga de éxito y un director con una visión especial del mundo. Tendremos que esperar para ver si el proyecto acaba siendo un éxito o, por otra parte, un fracaso y una decepción por los fans de Death Note.