Desde Cine VAVEL hemos querido hacer un repaso a la trayectoria de Alejandro Amenábar en el mundo del cine y en concreto su aportación al cine de nuestro país. Para ello, vamos a realizar un breve repaso a algunos de los largometrajes que ha dirigido y que han quedado guardados sin duda en nuestras retinas.

La mayoría de las películas dirigidas por Amenábar cuentan con la presencia en mayor o menor medida del tema de la muerte, pero no necesariamente desde el miedo. Es más la antesala de la muerte, lo que puede ser el sufrimiento o la tortura, o la tortura en vida, o la muerte en vida, eso es lo que al director le gusta plantear en sus filmes. 

Abre los ojos (1997)

Principalmente Abre los ojos es una película que da para pensar. Fue el segundo largometraje de Alejandro y muchos lo tacharon de pretencioso y confuso en principio, pero nada desdeñable en su recreación paranoica entre ficción y realidad, entre apariencia y verdad. Una película de ciencia ficción que a través del ingenio toca temas como la importancia del físico en la sociedad y el rechazo a lo diferente, el narcisismo y los problemas para equiparar nuestra realidad con nuestros deseos. El reparto está encabezado por Eduardo Noriega, Penélope Cruz, Chete Lera y Fele Martínez, entre otros.

La película narra la historia de César, un atractivo joven que ha heredado de sus padres una gran fortuna, vive en una espléndida casa en la que organiza lujosas fiestas. Cuando una noche conoce a Sofía y se enamora de ella, Nuria, su antigua amante, se muere de celos. Al día siguiente, yendo en coche con César, intenta suicidarse. Al despertarse en el hospital, descubre que su rostro ha quedado horriblemente desfigurado.

Los otros (2001)

La cinta, protagonizada por Nicole Kidman, ganó ocho de los quince Goya a los que estaba nominada. Narra una historia en Isla de Jersey, 1945. La II Guerra Mundial ha terminado, pero el marido de Grace no vuelve. Sola en un aislado caserón victoriano, educa a sus hijos dentro de rígidas normas religiosas. Los niños sufren una extraña enfermedad: no pueden recibir directamente la luz del día. Los tres nuevos sirvientes que se incorporan a la vida familiar deben aprender una regla vital: la casa estará siempre en penumbra, y nunca se abrirá una puerta si no se ha cerrado la anterior. Pero el estricto orden que Grace ha impuesto se verá desafiado por circunstancias que escapan a su control. 

Si algo destaca especialmente de Los Otros es que todos sus elementos están perfectamente en armonía y guardan una especie de misterio que hacen disfrutar de esta película. Cabe destacar que la música fue creada por él mismo. En este film podemos observar escenas fantásticas y diferenciadas en las que en su mayoría se toca el tema que mencionábamos al principio de la sección, la muerte y el miedo a ella.

Mar adentro (2004)

Sin lugar a dudas, la película más intensa de Alejandro Amenábar. En ella, el director, con la ayuda de la magnífica interpretación de Javier Bardem, se alejó del suspense y la intriga de las anteriores y con la excelente fotografí­a de Javier Aguirresarobe, consiguió que muchas de las escenas hicieran que los sentimientos del espectador rozaran la más absoluta realidad. A pesar de que la cinta se centra casi en su totalidad en un protagonista postrado en su cama, debido a la paraplegia producida por la caída contra unas rocas, Amenábar sabe bien que su cine gusta porque entretiene, y Mar adentro entretiene y engancha de principio a fin. El apartado musical, aparte de ser discreto, casa a la perfección con lo que nos transmite la imagen en todo momento.

El filme, narra la historia de Ramón (Javier Bardem) que lleva casi treinta años postrado en una cama al cuidado de su familia. Su única ventana al mundo es la de su habitación, que da al mar, donde sufrió el accidente que interrumpió su juventud. Desde entonces, su único deseo es morir dignamente. En su vida ejercen una gran influencia dos mujeres: Julia (Belén Rueda), una abogada que apoya su causa, y Rosa (Lola Dueñas), una vecina que intenta convencerlo de que vivir merece la pena. Pero también ellas, cautivadas por la luminosa personalidad de Ramón, se replantearán los principios que rigen sus vidas. Él sabe que sólo quien de verdad le ame le ayudará a emprender el último viaje. 

Ágora (2009)

Ésta es para muchos la película que menos se asemeja al estilo de Amenábar. Con esta producción española en lengua anglosajona, el director nos narra una historia del pasado. En el siglo IV, Egipto era una provincia del Imperio Romano. La ciudad más importante, Alejandría, se había convertido en el último baluarte de la cultura frente a un mundo en crisis, dominado por la confusión y la violencia. En el año 391, hordas de fanáticos se ensañaron con la legendaria biblioteca de Alejandría. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hypatia (Rachel Weisz), filósofa y atea, lucha por salvar la sabiduría del mundo antiguo, sin percibir que su joven esclavo Davo se debate entre el amor que le profesa en secreto y la libertad que podría alcanzar uniéndose al imparable ascenso del Cristianismo. 

En este largometraje, se realiza una profunda crítica de lo religioso. Además, se cuida enormemente la estética de sus escenarios y se consiguió un filme bello pero que quizás no consiguió calar tan hondo como otras producciones suyas en el espectador. Sin embargo, hay que reconocer la tremenda labor del cineasta para conseguir resumir una historia tan extensa en una superproducción muy bien montada y llevada por todo el equipo.

Fotos del cuerpo de texto: sueo-ica, culture, espaescultura, detele.