En 1993, Thomas Althouse ponía sobre la mesa de la Warner el guion de Los inmortales. Casi dos décadas después, el escritor aseguró haber visto la trilogía de Matrix y percatarse que muchos elementos de su "inmortales" habían inspirado la trilogía de ciencia ficción protagonizada por Keanu Reeves. Por ello, no dudó en presentar una demanda contra los estudios y los hermanos Andy Wachowski y Lana Wachowski por plagio. Tiempo después la justicia le ha quitado la razón: Matrix no es un plagio

"Las premisas de la trilogía Matrix y Los Inmortales son tan diferentes que es muy complicado encontrar puntos común", ha fallado el juez R. Gary Klausner, quien además ha puntualizado en su sentencia que las referencias a Cristo o al nazismo a las que hacía referencia el demandante son muy diferentes entre ambas obras: "En Los inmortales vemos literalmente la venida de Cristo, mientras que en Matrix tan solo está expresado de una forma metafórica y el tema del nazismo no tiene nada que ver". 

Thomas Althouse aseguró en su demanda que Matrix se había inspirado en Los inmortales, un guion que él mismo presentó a Warner Bros pero del cual no llegó a recibir nunca más respuesta. Para satisfacer sus derechos de autor, vulnerados según él, exigía la nada desdeñable cifra de 300 millones de dólares. Por ahora, y hasta que pueda demostrarse lo contrario, las aventuras de Thomas Anderson/Neo son propiedad de los hermanos Wachowski.