Los dos periodistas llegaban en la tarde del pasado día 30 en un Falcon 900 a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz en Madrid. El fotógrafo “freelance”, Ricardo García Vilanova, era el primero en bajar del avión, seguido del corresponsal de El Mundo, Javier Espinosa.
La noticia de su liberación se dio a conocer alrededor de las 21:20 horas de la noche del sábado, momento en el que se recibía una llamada en la redacción de El Mundo. “Oye, soy Javier Espinosa. Apunta este número de teléfono y llámame ya mismo. Estamos bien. Los dos. Ricardo y yo. Avisad a Mónica y a nuestros padres", así familiares y compañeros de los periodistas respiraban tranquilos al comprobar por medio de la voz del propio Espinosa que la pesadilla había terminado.
Los dos periodistas comparecieron ante los medios de comunicación, agradeciendo en todo momento el apoyo recibido y mostrándose felices por su regreso a España. Dejaron claro que “se encuentran perfectamente”. A pesar de las preguntas de sus compañeros, no pudieron dar ningún tipo de información sobre el secuestro por motivos de seguridad.
Los periodistas fueron retenidos el 16 de septiembre de 2013 por el Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) en la localidad de Tel Abyad, cuando se dirigían a la frontera con Turquía para abandonar el país tras dos semanas informando del día a día de la guerra civil siria. La noticia de su secuestro fue publicada, sin embargo, el 10 de diciembre por expreso deseo de los familiares.
Tras más de seis meses de incertidumbre, la llamada llegaba tras ser recogidos por soldados turcos en algún punto de la frontera siria y trasladados a un aeropuerto en Turquía.
Han sido 194 días de agonía. La liberación de Espinosa y García Vilanova ha tenido lugar unas semanas después de que el también periodista Marc Marginedas, fuera liberado tras seis meses en manos del ISIS.
Javier Espinosa
Licenciado en Periodismo en Madrid, colaboró desde joven en Santa Cruz en los periódicos la Hoja del lunes y La tarde; en Madrid se mantuvo fiel durante tres años al diario El día, más tarde trabajaría también en Ya y El independiente. Fue corresponsal del semanario Época en Londres en 1989.
"Siempre defenderé que todas las partes, incluso los peores asesinos, tienen derecho a manifestar su opinión en los medios de comunicación"
En 1994 decidió abandonar España, fijando su residencia en Sudáfrica; desde allí vivió el ascenso de Mandela a la presidencia del país.
En Ruanda cubrió el genocidio de los tutsis por parte de los hutus, también el conflicto bélico de Yugoslavia; informó sobre la intervención de Estados Unidos en Haití y sobre el conflicto de Chiapas. Ha proporcionado información de primera mano sobre la Segunda Intifada Palestina o la Primavera Árabe.
No es la primera vez que baila con el peligro, ya en 1999 fue secuestrado en la capital de Sierra Leona por el grupo rebelde Frente Revolucionario Unido, siendo liberado dos días después. En abril de 2000 fueexpulsado de una finca ocupada por veteranos de guerra en Zimbabue y en octubre del año siguiente se vetó su presencia para cubrir el viaje del rey Mohamed VI al Sahara Occidental. A finales de 2012 se vio acorralado por los bombardeos en la ciudad de Homs, de los que también logró escapar.
Trabajos como “Orgía de Sangre en Sierra Leona” (1999), “Sepultureros del terror en Irak” (1996) y por “Los últimos días en el bastión de Bab Amro” (2012) han sido muy reconocidos internacionalmente. En España ha recibido el Premio de Periodismo Rey de España, el Cirilo Rodríguez para corresponsales españoles en el extranjero y el Premio Internacional de Periodismo "Manu Leguineche".
Ricardo García Vilanova
Nacido en Sant Cugat del Vallés (Barcelona) en 1972, es un experto reportero gráfico que con su cámara ha cubierto conflictos para multitud de medios de diferentes países.
"Las guerras hacen que lo peor y lo mejor del hombre se acentúe a un grado máximo"
Estudió en la Universidad Politécnica de Cataluña y ha dedicado desde entonces su vida alfotoperiodismo, desde 1998 ejerce su trabajo de periodista como “freelance”. Sus fotografías y reportajes han aparecido en grandes medios de comunicación de Estados Unidos, como The New Yorker, Time, The New York Times, The Washington Post, The Wall Street Journal, Los Angeles Times, o Usa Today, entre otros. Su trabajo ha sido publicado por los grandes diarios europeos, como Le Monde, Liberation, Le Figaro, Paris Match, The Guardian, The Daily Telegraph, The Times, entre otros. Y en España, ha ocupado páginas en los diarios El País, El Mundo y La Vanguardia. Con su videocámara ha hecho coberturas televisivas para cadenas de televisión de todo el mundo, entre ellas CNN, Channel 4, Associated Press Television News, Reuters TV, Euronews, Cuatro, TV3, Al Jazeera, etc.
Ha colaborado también con organizaciones de la talla de Human Right Look o Médicins Du Monde. También ha cubierto conflictos en territorios comoHaití (2008), Afganistán (2009-2010) y desde 2011 distintos países árabes comoLibia y Siria. Su trabajo ha sido premiado internacionalmente desde 2009, llegando incluso a ser candidato al Premio Pulitzer en 2010 y recibiendo una mención de honor en el Global Worls: Through the lens of Human Rights por sus fotografías de Afganistán.
Siria, el lugar más peligroso para un periodista
Durante el pasado año 2013, 71 periodistas perdieron la vida mientras informaban sobre situaciones de conflicto, son 17 fallecidos menos que en 2012. Sin embargo, los secuestros a periodistas han aumentado de forma desmesurada. Son datos que proporciona el Balance Anual publicado el 18 de diciembre de 2013 realizado por Reporteros Sin Fronteras que señala Siria, Somalia, India, Pakistán y Filipinas como los países más peligrosos del mundo para los profesionales de la información. Además, hay 178 periodistas encarcelados en todo el mundo; China, Eritrea, Turquía, Irán y Siria encabezan la lista.
Siria es sin duda el territorio que más muertes de periodistas ha presenciado, con 10 periodistas y 35 informadores ciudadanos asesinados. Más alta es la cifra de periodistas amenazados y retenidos en el país llegando a los 49 periodistas, práctica que parece haberse extendido especialmente en el Norte del país.
Es necesario tener en cuenta el sacrificio diario que realizan aquellos que defienden el derecho a la información poniendo en riesgo su propia vida y anteponiendo sus intereses profesionales a los personales. Esto de verdad es periodismo vocacional. Gracias a ellos se da a conocer la barbarie a la que pueden llegar las personas, uno se da cuenta que no hay mayor enemigo que la especie humana. Sin embargo, estos profesionales están en vías de extinción, su trabajo se ve recompensado con el mínimo coste posible y en muchas ocasiones la información por la que han arriesgado la vida, solo sirve para ocupar dos minutos en un telediario. Y en esta realidad parece que España es el número uno, siendo el país que peor pagar a los freelance. Aunque parezca imposible, existen personas que quieren dar a conocer la verdad por encima de cualquier otra cosa. Esto es periodismo. Sin ellos es imposible saber qué pasa, sin ellos somos un poco más ignorantes.