El rodaje de A tale of love and darkness (Una historia de amor y oscuridad), que supone el estreno como directora de Natalie Portman, no está siendo tarea fácil, pues son varios los grupos ortodoxos que se están quejando a las autoridades por considerar que contiene escenas que pueden molestar a los más religiosos.
Según informa la televisión local Canal 10, varios grupos ortodoxos mandaron una carta al Ayuntamiento en la que reclaman que algunas de las escenas deberían haber sido revisadas para asegurar que no ofenden la sensibilidad de nadie. También se quejan de que algunos de los miembros del equipo se mueven por zonas sagradas, algo que puede interferir con las costumbres locales.
La teniente de alcalde, Rachel Azaria, ha respondido asegurando que los productores pidieron permiso antes de comenzar el rodaje y que cuentan con todos los permisos necesarios para hacerlo; además asegura que los actores se comportarán con respeto mientras dure su trabajo, pero estas explicaciones parecen no ser suficientes para algunos de los habitantes de Jerusalén, pues la ciudad se está llenando de graffitis con consignas como 'Extranjeros fuera' o 'No queremos inmorales' .
Natalie Portman adquirió los derechos de A tale of love and drakness hace varios años, cuando leyó el libro y comenzó a plantearse la idea de llevarlo al cine. El propio autor, Amos Oz, admitió que aceptó la oferta de la ahora directora pues valora su trabajo y la considera 'una actriz excelente'. La película situaría la historia en un Jerusalén en guerra alrededor de los años 50 y 60, ya que fue esa la época y el lugar en los que Oz creció (conviene recordar que el libro es un relato autobiográfico). El film se centrará en su infancia y en la muerte de su madre, papel que interpreta la propia Natalie, aunque podría también tratar otros temas como la política de ese país.
Otros incidentes
Este no es el primer problema que la actriz tiene con los judíos más ortodoxos. En 2005, mientras rodaba Zona libre, dirigida por el israelí Amos Gitai, varios miembros de la comunidad religiosa se molestaron cuando Portman tenía que besar al también israelí Aki Avni, delante del Muro de las lamentaciones. Las trifulcas ocasionadas provocaron que tuviese que intervenir la policía y que la grabación de la escena fuese aplazada.
También tuvo problemas durante el rodaje de uno de los cortos de New York, I love you (Nueva York, te quiero). Su compañero en esta ocasión, Abe Karpen, se vio obligado a abandonar el rodaje debido a las presiones que recibió, incluso le amenazaron con expulsar a sus hijos de la escuela si no lo hacía.