Square Enix no ha dudado en comercializar una nueva versión de Tomb Raider (2013) —que salió en marzo del año pasado y reventó el índice de ventas— sin modificar el precio, afirmando que las mejoras realmente lo justifican.
Scot Amos, productor ejecutivo, señala algunos de estos nuevos efectos que componen una Lara Croft completamente diferente: "Hemos añadido efectos dinámicos en cuanto a la iluminación en su piel y en los materiales que cambian como el sudor, la suciedad y la sangre". La cara de la protagonista también ha sido mejorada cinco veces en densidad, y su pelo y el efecto del arco han ganadon en realismo.
Así que hay sudor y suciedad más realistas, una cara más brillante y unas características que rozan la naturalidad, pero aun así, esta reedición no es lo que uno pensaría encontrarse bajo un título tan altivo como Definitive Edition, y tampoco parece que haya motivos suficientes como para animar a un nuevo desembolso a aquellos que ya jugaron este Tomb Raider en su anterior generación.
De todas formas, el juego ya salió a la venta este pasado fin de semana tanto para PS4 como para Xbox One y, para los fieles amantes de la saga de esta arqueóloga aventurera, estos añadidos deberían resultar suficientemente interesantes como para aceptar un precio que supera los 50 euros.