En ocasiones las personas son reticentes de disfrutar en el cine de mensajes demasiado positivos, con mucha energía positiva, porque son tachados de oportunistas y de crear una falsa realidad. La vida secreta de Walter Mitty es cierto que emite este tipo de mensajes pero para nada de forma artificial y desvirtuada. La película derrocha optimismo, pero haciendo ver al espectador que para cambiar la vida hay que transformarla desde uno mismo, de forma activa; en pocas palabras, aprender a vivir y no solamente luchar por sobrevivir, un mensaje muy positivo y útil para cualquiera que necesite este tipo de consejo en su vida
Ben Stiller interpreta a Walter Mitty, un editor de negativos de la revista Life que vive entre una vida oscura y gris y una imaginación, en forma de ensoñaciones, donde prima el heroísmo y el éxito que le hace sentirse durante unos segundos feliz y triunfador. Obviamente, es una falsa y efímera felicidad, que oculta una vida vacía que se presenta en imágenes de forma magistral en los primeros minutos de la película.
Poco a poco se irá dando cuenta que, como decía Calderón de la Barca, 'los sueños sueños son', y que la vida hay que agarrarla por delante e intentar no desaprovecharla. Es ahí cuando Walter Mitty intenta una transformación completa de su forma de vivir y se plantea realizar acciones con las que antes simplemente fantaseaba a través de su mente viajera.
La película trata otros temas colindantes interesantes como la transición dura que una publicación debe realizar para pasar del papel a Internet (hecho real que vivió la revista Life el 26 de marzo de 2007) y como afecta a las vidas de las personas que forman el equipo de esa revista. Por otra parte viene reflejado brevemente el trabajo del fotoperiodista encarnado sobre todo en la figura de Sean Penn, un extra de lujo para conformar el reparto de la película.
Cuidada fotografía y efectos especiales
El film posee una fotografía excelente, muy cuidada, resaltando la majestuosidad de los paisajes más impresionantes que nos ofrece el film. Además, dentro de la trama de la misma encontramos escenas al más puro estilo Marvel, con aroma a cómic y otras que homenajean al antiguo slapstick (en forma de una especie de dibujos animados) practicado sobre todo en el cine mudo por genios como Chaplin y Buster Keaton. Otro aspecto a destacar son los efectos especiales dotando a la aventura de más intensidad y espectacularidad.
Grandes dosis de aventuras y humor para toda la familia La vida secreta de Walter Mitty es una película fundamentalmente de aventuras, sin olvidar los mensajes positivos que rodean todo el guión, también incluye una parte romántica y todo ello salpicado de un humor esencialmente blanco y apto para toda la familia. Además hay que destacar sus precisas alusiones cómicas a otras películas como Forrest Gump y El curioso caso de Benjamin Button.
En cuanto a aspectos menos positivos, hay que apuntar que los Deus ex machina son algo forzados pero aún así no provocan discordancia en este tipo de género. Otro aspecto es que en alguna escena quizás se hacen demasiados largas las transiciones de los viajes y se podrían usar pequeñas elipsis. Por último, el final tiene una parte emotiva y precisa, pero otra quizás algo previsible, y cayendo en los clichés típicos de otro tipo de comedias. No obstante, hay que incidir que en Walter Mitty prevalece la aventura y el humor durante sus casi dos horas de metraje.
También es importante comentar que aunque muchos desconocen la existencia de la película de 1947 The secret life of Walter Mitty es aventurado denominar a la película de Ben Stiller un remake de ésta, ya que aunque usan el mismo relato de James Thurber, son prácticamente dos películas distintas.
Gran acompañamiento musical
Por si esto fuera poco la película posee una magnifica banda sonora que acompaña en cada momento a Walter Mitty en sus viajes tanto reales como imaginarios y que provocan que el espectador vea la música como un elemento más de la película aunque esté situada de forma extradiegética en la mayoría de los casos.
En definitiva, una película recomendable tanto por su mensaje positivo y útil como por el entretenimiento que brinda sin olvidar unas cuantas carcajadas. Una buena forma de sobrellevar el frío navideño acudiendo al cine y descubriendo la vida del soñador Walter Mitty, dirigida y protagonizada por Ben Stiller.