Sin duda, Lavapiés se encuentra en estos momentos en la vanguardia. Se asocia el barrio con una imagen cosmopolita y en la que el carácter multicultural supone un punto de valor en la convivencia de sus vecinos. Atrás han quedado los años en los que la identificación de este barrio madrileño se asociaba con un lugar peligroso, una zona a evitar, un sitio para valientes.
El colorido que encontramos en las calles es impresionante. La gente es vivaz y ese estado de ánimo se trasmite, se nota en ese ambiente cargado de solidaridad y, sobre todo, de cultura, mucha cultura. Tal es el grado de este hecho, que la mención del barrio se ha transformado en una imagen de marca, un sello muy potente que los comerciantes no dudan en utilizar.
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Artistas y comercios de la mano
Este año, y coincidiendo con las fechas navideñas, se ha querido probar una cosa nueva, una iniciativa que pone pie a lo mejor del barrio: arte y cultura van cogidas de la mano para ofrecernos un espectacular crisol de elementos. Se trata de la Primera Convocatoria Artística Libre Lavapiés Emergente, CALLE. En este primer experimento, presente hasta el 7 de enero, se pretende dar reflejo al siempre activo arte urbano, poniendo como escenario los comercios de la zona.
CALLE pretende dar un homenaje al arte urbano por medio de los comercios
Caminando por sus calles se pueden observar constantes detalles que nos indican que nos encontramos ante un lugar especial. “El sentido del arte urbano es modificar el mobiliario urbano de forma que la obra de arte se integre con el entorno. El barrio se llena de detalles”, nos indica Manuel Díaz, jefe de prensa de la Asociación de Comerciantes de Lavapiés Distrito 12, organizadora del evento.
La conversación con Manuel es fluida y agradable, poniéndose de manifiesto, en todo momento, el “carácter cosmopolita y multicultural del barrio”. Por eso desde hace tiempo se está generando una “periodicidad cultural” que está agrandando aún más la imagen de Lavapiés. “Calle lo que quiere es recoger esa multiculturalidad y cosmopolitismo a través del arte urbano”, asegura Manuel.
La conversación tiene lugar en la Playa de Lavapiés, local situado en la concurrida calle Argumosa. Stéphane Abondance es socio de este bar y coordinador de los artistas que participan en el evento. La labor de gestión de CALLE ha tenido que hacerse a contrarreloj para conseguir la participación de 38 artistas urbanos con sus correspondientes comercios. “38 es mucho y encima hay que generar una relación”, señala orgulloso Stéphane.
La relación de la que habla el coordinador de origen francés es totalmente necesaria para que la intervención llegue a buen puerto. “Intentamos formar lazos entre los comercios y los artistas, dos mundos distintos”, nos dice. Todo ello, para poder poner en valor todo ese arte presente desde hace mucho tiempo en el castizo barrio madrileño. “Es un homenaje a todo ese legado de 15 o 20 años que este barrio ha estado bajo el amparo de artistas callejeros. Pintura, escultura, collage o fotos tienen cabida en CALLE”, indica Stéphane.
"Pintura, escultura, collage o fotos tienen cabida en CALLE”, indica Stéphane
El mejor escaparate es la calle
La sucesión de intervenciones artísticas que vemos caminando por las calles es constante. No podemos detenernos en cada una de ellas, detrás siempre hay una interesante historia, un reflejo de lo que supone esta iniciativa. En CALLE tienen cabida distintos tipos de artistas, algunos ya consagrados dentro del mundillo y otros que recién empiezan a hacerse hueco en el panorama artístico.
Conocemos a E1000, uno de los artistas con mayor cartel del evento. Su trayectoria en el mundo del arte urbano es larga, lo cual le ha dado un halo de reconocimiento. Su intervención tiene lugar en un espacio poco habitual para él: Lámparas Davisa. Mirando por el escaparate de este negocio de lámparas podemos observar la maravilla de su obra. El artista juega con formas geométricas para formar figuras abstractas que dan un gran valor al negocio desde el punto de vista estético.
Mientras hablamos con él, E1000 no para en su trabajo, está aún elaborando nuevas figuras para decorar el comercio. Se denota seguridad en su acción y discurso. “Mi estilo puede considerarse geométrico y contextualizado, ya que casi todas mis piezas intentan jugar con la estructura urbana”, comenta el artista. Para él, esto es algo nuevo, ya que desde hace años su trabajo ha estado relacionado con el espacio urbano, algo que le ha otorgado reconocimiento. “Para mí el mejor escaparate es la calle”, nos dice con convicción.
“Para mí el mejor escaparate es la calle", asegura E1000
E1000 ha tenido muy poco tiempo para trabajar, debido a lo precipitado de la convocatoria. Al recibir la llamada para participar, no lo dudó. “La iniciativa me parece genial. El hecho de crear un vínculo entre pequeño comercio y artistas es muy importante. Es un método de combate contra las grandes superficies que acaparan mucho público”, señala.
El espectador como parte activa de la obra
Pero en CALLE no sólo tienen cabida artistas consagrados. Acercándonos a Tirso de Molina nos adentramos en la Crêp' Madrid, restaurante francés. Aquí la intervención ha sido realizada por Irene Sánchez Izquierdo, joven estudiante de bellas artes, la cual se muestra muy ilusionada ante esta oportunidad. Nada más entrar por la puerta podemos empezar a entender la obra que decora el lugar. Un dibujo gigante del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, adorna la pared de entrada. A su lado escrito vemos una frase: “Colorea a Rajoy”.
En esta ocasión, Irene Sánchez ha optado por dotar al negocio de una obra de carácter participativo. Los artistas son los propios clientes. “Mi trabajo es una acción en la que el artista no está tan presente como el espectador, al que se le da la oportunidad de formar parte de la obra. El artista planeta las preguntas y el espectador responde de una manera totalmente improvisada”, asegura con una sonrisa la joven artista.
La obra de Irene Sánchez Izquierdo es de carácter participativo, involucrando al espectador
Mirando el local observamos dibujos ya coloreados del presidente del Gobierno o de la Canciller alemana, Ángela Merkel. Mientras realizamos la entrevista incluso observamos a un cliente coloreando alegre un dibujo de Rajoy. Parece que la iniciativa planteada tiene éxito. “A mi esta iniciativa me ha permitido disponer del espacio para el proyecto que tenía en mente. La oportunidad que me han brindado es increíble”, nos cuenta Irene.
Parte del éxito que parece tener esta intervención es el estrecho apoyo que le ha brindado Basma el Idrissi, propietaria del local. “La colaboración con Basma ha sido increíble. Se ha creado dinámica. La idea fue mía, pero ella siempre ha participado”, señala la artista.
Basma también se encuentra presente durante la visita a su negocio. Su historia se encuentra en estrecha relación con el prototipo multicultural del barrio. “Soy de sangre árabe, nací en Francia y llevo a España en el corazón. Para mi este barrio es el paradigma ideal”, nos dice. Ella nos da la visión del otro lado, lo que supone para los comerciantes esta iniciativa artística. “Para el local es muy importante, ya que la obra de Irene se puede ver desde fuera. La acción participativa viene bien para mi negocio, ya que se interviene mientras se come o se toma algo”, comenta Basma.
Una oportunidad para salir del anonimato
Bajando de nuevo hacia la Plaza de Lavapiés observamos algunas otras intervenciones muy interesantes como la de Lucía Alonso en La Inquilina o la de Señor Mu en la heladería Sani Sapori. Nos detenemos en el bar Viva Chapata, en el escaparate observamos bellas fotografías en blanco y negro. La artista que ha intervenido este lugar es Mónica Tabuenca, fotógrafa. El lugar aún no está totalmente decorado, ella y el dueño, Juan Carlos Garrido, siguen trabajando para acondicionar el lugar.
Nos sentamos en una cómoda mesa para hablar con ambos. Se nota que la conexión ha sido total entre ellos. Mónica se muestra muy contenta. “Esto es una oportunidad para mostrar al público lo que hago y además en un barrio que me encanta, del que estoy enamoradísima. Es una suerte el haber podido elegir un local que me guste, adaptado a mí obra y con el que me siento identificada.”, dice la fotógrafa.
“Esto es una oportunidad para mostrar al público lo que hago", señala Mónica Tabuenca
Juan Carlos, gerente del local y gran conocedor del barrio se muestra muy contento con Mónica. “Ha sido una relación muy buena. Ella ha propuesto y yo la he ayudado en lo que he podido”, dice. La imagen que él tiene de Lavapiés ha evolucionado con el tiempo, dando valor a este tipo de iniciativas. “La gente en Lavapiés interactúa, se sumerge en el barrio. Y eso es lo que se revindica en este festival: Lavapiés como zona urbana y artística”, señala el dueño de Viva Chapata. Para Mónica no hay duda de lo que supone este barrio, dejándonos una interesante reflexión: “Lavapiés es como una amalgama de culturas en contaste ebullición con una gran interacción. Es como un pueblito dentro de Madrid”.
Lavapiés, punto de encuentro cultural
La calle Doctor Fourquet es la vía con más galeías de Europa
Todo ello hace que el castizo barrio madrileño esté consiguiendo un enorme número de turistas. Iniciativas como CALLE, Tapapiés o BollyMadrid han conseguido atraer a una cifra enorme de visitantes. Pero Lavapiés nunca para, el corazón de este lugar siempre late y, aunque en esta ocasión, las intervenciones urbanas hayan tenido su escaparate en los comercios, nunca podemos olvidar que esto es solo un pequeño reflejo de la gran cantidad de detalles artísticos que dominan el que hoy podemos considerar el gran pulmón cultual de Madrid.
Imágenes
Foto 1: Stéphane Abondance y Basma el Idrissi conversando en la Crêp' Madrid
Foto 2: Muestra de la obra participativa de Irene Sánchez Izquierdo
Foto 3: Momento de la entrevista a Mónica Tabuenca y Juan Carlos Garrido
(Ver Fotogalería de CALLE)