Se acaba el año y es hora de hacer balance. Junto a las tradicionales listas de mejores películas, en Cine VAVEL no queremos olvidarnos de uno de los motores que hacen que cobre vida la magia del cine: sus actores. Esta lista va dedicada a todos aquellos intérpretes masculinos que nos hicieron vibrar con sus encarnaciones. Valientes, tiernos, villanos, trastornados, asesinos en serie,...mil y un rostro de la industria cinematográfica mundial del 2013.

Daniel Day-Lewis (Lincoln)

Sería una utopía empezar una lista de mejores interpretaciones masculinas sin mencionar al hombre del año. El actor que ha visto en este 2013 cumplir un sueño: ser parte del Olimpo de las grandes estrellas de Hollywood que poseen tres Oscar en su haber. El inglés Daniel Day-Lewis logró lo imposible el pasado mes de febrero al convertirse en el primer actor de la historia en tener en casa tres estatuillas doradas como mejor actor principal. Y todo se lo debe a su milimétrica interpretación de Lincoln, de Steven Spielberg. Cierto que la caracterización tuvo parte de culpa en ello, pero los gestos, la dicción y la forma de moverse, cosecha del artista, hicieron de Day-Lewis un más que creíble Presidente de los Estados Unidos.

Christoph Waltz y Leo DiCaprio (Django Desencadenado)

Después de enamorar a la Academia de Hollywood con el coronel Hans Landa de Malditos Bastardos, Christoph Waltz volvía a ponerse delante de la cámara de Quentin Tarantino con un papel más liviano y agradable en Django Desencadenado. Su pícara interpretación de un cazarecompensas alemán le valió su segundo Oscar como mejor actor de reparto. Pero no fue el único que nos dejó con un buen sabor de boca en este espaghetti western. Leonardo DiCaprio estrenaba piel de villano por primera vez en su filmografía con Calvin Candie, dueño de una plantación de esclavos que, pese a que no atrajo la atención de los certámenes, sí la nuestra.

Jean-Louis Trintignant (Amor)

Si hablamos del rostro de la emoción, ése corresponde al francés Jean‑Louis Trintignant en la multipremiada Amour, de Michael Haneke. Aunque la mayor parte de los elogios y candidaturas fueron a llover sobre la figura de su partenaire, Emmanuella Riva (candidata incluso al Oscar a mejor actriz), es imposible crear una lista de mejores interpretaciones del año sin mencionar su nombre. Dulzura, amor, tristeza, emoción o desasosiego, Trintignant supo reflejar soberbiamente todas las aristas de un corazón derrotado que veía como poco a poco se apagaba el amor de su vida. Sublime.

Mario Casas (Las Brujas de Zugarramurdi)

Ya demostró el pasado año que su carrera podría ir más allá de la taquillera Tres metros sobre el cielo. Grupo 7 mostró la faceta más dramática y seria de Mario Casas. Pero detrás de este joven gallego queda muchos cartuchos que gastar como intérprete. Uno de ellos era la comedia. Álex de la Iglesia lo sabía y le puso a prueba en Las Brujas de Zugarramurdi, donde Casas pasa la prueba con nota. Su papel de un atracador de poca monta que se refugia en las garras de unas poderosas brujas es, sin duda, una de las sorpresas del año. Sátiro, divertido, a veces inocente, Casas se postula como uno de los rostros a tener en cuenta en la comedia española.

José Sacristán (El muerto y ser feliz)

Todo el mundo se preguntaba lo mismo cuando el pasado mes de febrero, José Sacristán levantaba el primer Goya de su carrera. ¿Cómo es posible? Uno de los rostros más carismáticos de nuestro cine por fin lograba tocar el cabezón con su interpretación en El muerto y ser feliz. Aunque este premio supo más a una recompensa a toda una trayectoria que a una intepretación en sí, lo cierto es que nosotros nos alegramos por él. Más que merecido.

Antonio de la Torre (Caníbal)

Fue la gran decepción de la pasada edición de los Goya. El malagueño Antonio de la Torre, pese a estar nominado en dos categorías como intérprete (principal y de reparto por Grupo 7 e Invasor, respectivamente) no arrastró premio para casa. No obstante, este año parece que tendrá una nueva oportunidad con Caníbal, de Manuel Martín Cuenca. Méritos no le faltan. Su contenida y a la vez desgarradora encarnación de un sastre granadino que asesina a mujeres para luego comérselas es una de las grandes bazas de esta impecable factura patria y por la cual acaba de conquistar una candidatura para los Premios José María Forqué. ¿Volverá a oír su nombre en los Premios Goya? Nosotros apostamos a que sí.

Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal (Prisioneros)

Desafortunadamente, sus nombres están pasando de puntillas por la temporada de premios, pero Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal se merecen un hueco en nuestro ranking por derecho propio. El primero por su sobrecogedora actuación de un padre desesperado por encontrar a su hija que se toma la justicia por su mano en el notable thriller de Denis Villeneuve, Prisioneros. El segundo por hacer que nos olvidemos de todo lo visto hasta entonces en su rostro con su desesperado y, a la vez contenido (siempre y cuando los tics nos lo permiten), papel de un policía que hará lo imposible por encontrarlas.

Bradley Cooper (El lado bueno de las cosas)

Su colaboración con el cineasta David O. Russell no pudo ser más beneficiosa para él. Dejando de lado sus papeles más banales en sagas como Resacón en Las Vegas, Bradley Cooper se lanzaba al papel más complejo de su carrera en El lado bueno de las cosas: un hombre mentalmente inestable que debía intentar pasar página a un pasado inolvidable para él. Una más que convicente interpretación que le valió un Globo de Oro además de una nominación a los Premios Oscar y que le han convertido, de paso, en uno de los actores más deseados del momento. Por el momento, vuelve a repetir éxito con otro título de David O. Russell, La gran estafa americana, que aterrizará en las salas españolas a finales de enero.

Tom Hanks (Capitán Phillips)

Hacía tiempo que el múltiple oscarizado Tom Hanks no tenía una oportunidad tan clara de cara a la puja por la estatuilla dorada. Este nuevo as cinematográfico se lo debe a Capitán Phillips, cinta de Paul Greengrass donde dirige con tensión y aplomo un buque carguero secuestrado por piratas somalíes. Que la historia esté basada en hechos reales realza aún más la soberbia intepretación del intérprete que hace gala de todas sus tablas para un papel que huele a Oscar.

Michael Fassbender y Chiwetel Ejiofor (12 años de esclavitud)

Es el título del año. Steven McQueen y su tercer largometraje como director, 12 años de esclavitud, se sitúan entre lo mejorcito que hemos podido ver en este 2013 a punto de exhalar sus últimos suspiros. Y dentro de ese reparto estelar que conforma la historia del realizador inglés destacan dos nombres: Michael Fassbender y Chiwetel Ejiofor. El primero sabe muy bien lo que es saborear las mieles del éxito teniendo a McQueen detrás del objetivo (ya lo hizo en Shame y Hunger). Así, Fassbender repite vivencias en la piel de un malvado negrero sin corazón ni humanidad que hace suyo desde el primer segundo que aparece en pantalla. Aunque, a día de hoy, al actor irlandés de ascendencia alemana es muy difícil hacerle sombra, Chiwetel Ejiofor consigue equilibrar la balanza de pesos pesados con su sobrecogedora, y llena de verdad, encarnación de Solomon Northup, un esclavo que nunca dejará de luchar por su libertad. Si no hay sorpresas de última hora, el nombre de Ejiofor aparecerá entre los candidatos a mejor actor principal de los próximos Oscar. Una nominación que se antoja hasta insuficiente ante uno de los papeles más recordados de los últimos años.

Éstas son algunas de las actuaciones masculinas más destacadas del año. ¿Cuál es vuestra favorita?