Las casi desiertas calles del casco histórico de Lugo se ven envueltas bajo una fina capa de frío que se ve atravesada por las primeras e incesantes luces navideñas que comienzan a decorar la ciudad. Frente a la catedral, en un pequeño local con una iluminación rojo escarlata que permite observar la calidez del lugar se encuentra el Medievo, un café pub muy acogedor que cuenta con su propia sala de conciertos. Así transcurría la vida un entrañable veintinueve de noviembre en la ciudad amurallada.

Nada más cruzar la puerta, se podía respirar un dulce olor a palomitas que inundaba el antiguo establecimiento. En una esquina, la protagonista del evento, la cantante y compositora Virginia Maestro, o incluso mejor, Virginia Labuat, se encontraba tomando algo. Charlando con sus fans, firmando autógrafos y posando para fotografías, transcurrieron los minutos anteriores a la hora fijada para el comienzo del espectáculo, las 23.30. Conversando con Virginia nos enteramos de que había existido un error por parte del organizador del evento en referencia a la hora, y es que mientras lo anunciado días atrás, tanto por el pub como por los 40 principales de Lugo, era que el concierto daría comienzo a las 23.30, a ella le habían confirmado que el concierto se iniciaría a las diez de la noche. Justo antes de salir, Virginia aprovechó la ocasión para comerse las últimas palomitas y ositos de gominola que permanecían en el fondo de su cuenco, despidiéndose acto seguido para salir a fumar antes de ir a prepararse para el concierto.

Tras un largo periodo de espera para que el público se acomodara y todo estuviera a punto, Virginia apareció en escena acompañada por esa dulce y tímida sonrisa que la siguen allá a donde va. Subió al escenario y se colocó frente al micrófono, únicamente con dos de sus mejores y fieles amigas, su guitarra y su voz. Este pequeño e íntimo espacio rodeado por unas pequeñas florecillas rojas con luces que iluminaban el lugar, permitían sentir la atmósfera que Virginia crea para sus conciertos más acústicos. Tras su victoria en el talent show de Telecinco, Operación Triunfo, y contar ya con tres discos en el mercado, Labuat da el pistoletazo de salida con la canción perfecta para cualquier tarde de otoño, Eighteen. Esta composición propia y que se incluye en su último álbum, Night & Day, sirvió para calentar motores y callar a la sala que permanecía atenta a lo que esta pequeña chica tenía que ofrecer. De este modo, Virginia continuó con lo que sería parte de una magnífica velada a la voz de “Hola, me llamo Virginia”.

Los problemas de sonido que aparecieron por un momento fueron solucionados con facilidad para que todo prosiguiera según lo previsto. The biggest love, Two loves y Out of the blue fueron los encargados de dar rienda suelta al talento de Virginia los minutos siguientes, con un público que se sentó alrededor del escenario, dejándonos la más tierna imagen que pueda acontecer en un concierto de estas características.

Con los ojos cerrados y con una fuerza que parece imposible ser emitida por un cuerpo tan pequeño, la rubia chica de profundos ojos azules presentó Immature, una canción que según ella nos cuenta describe el sentimiento del fin de una relación sentimental. A esta la siguió I wonder, la canción que explica cómo se superan estas situaciones o en sus propias palabras, “lo que haces cuando dejas a un tío”. I wonder se convirtió en una canción cargada de fuerza que sorprendió a los asistentes positivamente, dejando disfrutar a estos de un concierto de gran calidad.

Virginia Labuat interpreta I wonder (Foto: Iago Suárez | VAVEL.com).

Ya pasada la una de la madrugada, Virginia compartió con su público algunos detalles acerca de la grabación de su último CD y prosiguió con esta sesión musical acompañada de un perfecto inglés que, sin ninguna duda, choca con el fuerte acento andaluz de la delicada Virginia.

Su primer single y carta de presentación de este último álbum, Dream man, llegó, y Virginia fue coreada en algunos momentos de la actuación con las voces de los asistentes, lo que llenó de alegría esta sala con motivos medievales que contrastaba con la música de los 40 y 50 americana que Virginia Labuat entonaba, pero que a la vez creaba una especie de marco idílico.

El concierto tocaba a su fin, pero Virginia igual de animada y con ganas de desahogarse en el escenario, cantó con una especial rabia la canción Let me talk, que habla sobre su paso por Operación Triunfo y como vivió los duros momentos dentro la academia musical más conocida de nuestro país. Así, tras un par de canciones más y una voz tan dulce como fuerte y desgarrada, Labuat da las gracias a Lugo por esta buena acogida y elogiando a la tierra gallega y a sus atardeceres, comenta que se siente “una gallega de adopción”. Después de invitar a su público a “sonreír, que es muy importante” para afrontar el duro momento que vive el país, Virginia canta Your smile y Circus, esta vez con los ojos bien abiertos y animando a los asistentes a cantar con ella.

Cómo no podía ser de otra manera, Virginia Labuat presentó también The time is now, un tema con mucho ritmo y que ya debutó en su momento en todas las listas musicales españolas con unos puestos más que envidiables, poniendo un perfecto broche final a su concierto.

Dispuesta a recoger para abandonar la sala, el público pidió fervorosamente que cantara una última canción, From me to you de The Beatles. Virginia, que demostró ser una persona muy cercana y cariñosa no dudó en cumplir a su público este último deseo que dejó el mejor de los sabores de boca posibles y unas ganas enormes de repetir entre los asistentes.

Las dos y media de la mañana y la fiesta parecía continuar en el pub. Virginia y su equipo comenzaron a desmontar el escenario mientras esta aprovechaba para entregar y firmar algunos álbumes a los interesados y sacarse fotos con todos los fans. Así, Virginia partía hacia su hotel para descansar después de un concierto lleno de magia. Escoltada por la oscura y fría bruma lucense y con la misión de recobrar fuerzas para emprender su viaje a Madrid para terminar la filmación de su segundo single y homónimo del álbum, Night & Day, Virginia Labuat decía "hasta pronto" a las tierras gallegas.