El director de California debutó en los metrajes extensos el 2012 con esta película. Se trata de una obra de 62 minutos formada por tres cortometrajes, que juntos, dan coherencia al conjunto. Estros tres proyectos, conocidos como La Trilogía de Bill, son: Everything Will Be Ok (2008), I Am So Proud of You y It's Such a Beautiful Day (2011). Esta cinta nos cuenta la vida de Bill, diferentes situaciones que conforman su vida, tanto acciones rutinarias como extraordinarias.
El autor consigue darnos una mirada muy personal de la vida, sin miedo a tabúes ni a mostrarse claramente, mostrando aspectos de la vida, la muerte, la enfermedad, el presente y pasado de la familia, las relaciones sociales, los problemas existenciales... Aspectos que no todo el cine muestra, y aún menos el de animación. Esta película nos demuestra que, después de tantos años de películas, aún no todo está dicho ni oído.
La historia está construida a base de un estilo muy simple: Bill es un personaje dibujado con palitos, los edificios u objetos que aparecen son dibujos muy sencillos, todo está en blanco y negro sin pintar... Pero lo increíble es que, con unos gráficos tan simples, llega a contar tan bien una compleja vida interna. Eso se debe a que, el protagonista, al estar muy poco caracterizado físicamente, le pone las cosas fáciles al espectador a sentirse identificado con él: puede sentir su tristeza, sus temores... Bill no es una persona, somos todos y él está representando nuestras vidas.
Una historia construida a base de un collage de diferentes situaciones vividas por Bill. Tanto las que uno se puede encontrar cada día (haciendo cola en el supermercado) como otras de mucho más surrealistas. Un surrealismo que, tal y como comentó Simon Abrams en Village Voice, es parecido al de Terrence Malick o David Lynch. Son estas situaciones dónde el autor aprovecha para dar un toque de humor negro a la película, pero sin destruir los momentos dramáticos; dando como resultado una historia emocionante en el que el espectador se quedará fascinado desde el primer momento.
Y así acababa nuestra estancia en L'Alternativa 2013, con una de las mejores obras del festival y de la animación contemporánea. Seguramente no guste a todos, pues bajo la apariencia de un estilo muy simple, se esconde una historia complicada, con momentos surrealistas y momentos de un humor muy especial contrastando con escenas muy dramáticas. Pero, seguro que los fans de la animación adulta, quedarán encantados con este proyecto, uno de los más atrevidos de la última década.