Todas las personas a lo largo de su vida se encuentran con un obstáculo que les cuesta superar que provoca una obsesión que no desaparece hasta tirar la barrera que impide batirlo. Este sería un breve resumen de lo que le sucede a Terry Gilliam con el personaje del Quijote. Este personaje es a la vez su ilusión y su obsesión y por ello cada vez que reúne medios y apoyo decide afrontarlo por encima de otros proyectos.

Para los que desconozcan el tira y afloja que este genial director posee con el “hidalgo de lanza en astillero” es muy recomendable que vean el fantástico documental Lost in la Mancha que surgió tras fracasar uno de sus varios intentos de rodar su versión de Don Quijote, acompañado entre otros de Johnny Depp. El director lo ha intentando más de media docena de veces y prácticamente lo que busca es casi poner conclusión a una larga agonía y que la película consiga ver la luz al final del largo túnel.

La película tiene (y ha tenido) siempre el nombre de The Man Who Killed Don Quixote, pero tratándose del director de 12 monos o Miedo y asco en las Vegas no será un Quijote al uso sino que tendrá la impronta de este genial director que ha participado activamente en la adaptación novedosa del antihéroe de Cervantes. Gilliam ha declarado en ComingSoon que lo que necesita es hacerla para olvidarse de ella y sobre todo sacarla de su vida.

Pero a pesar de todas estas buenas noticias es mejor no lanzar las campanas al vuelo, vistos los anteriores intentos fallidos, esta película se ha convertido en una verdadera Némesis para Terry y habrá que ver si esta vez consigue vencerla a través de trabajo duro, consistencia y sobre todo buena estrella. Durante los anteriores intentos han ocurrido situaciones tan extrañas que incluso han dado con su guión en propiedad de terceros por lo que cuando Terry se dispone a llevar a cabo este proyecto puede ocurrir cualquier cosa, como se pudo ver en el documental anteriormente mencionado Lost in la Mancha

Si todo va bien en el nuevo proyecto contará con grandes actores como Robert Duvall (Don Quijote) y Ewan McGregor  (Sancho Panza) por lo que los amantes del cine y del particular director deberán rezar para que esta vez si, la película se haga realidad y se pueda disfrutar en una sala de cine y lo que es más importante que Terry consiga rodar la que se puede considerar ya una de las películas más difíciles de la historia del cine moderno.