“Qué sería de mi sin ti, atrapada siempre en mis libros y en mis imágenes, acunada a cada segundo por mis palabras y mis palabras acunadas por ti”.

Alicia retratada es más que un cortometraje; Alicia retratada es un guiño a la literatura más clásica, protagonizada por dos personajes fácilmente identificables y conocidos por todos: Lewis Carroll y Alicia.

Alicia retratada es retórica en imágenes. Imágenes cuidadas al milímetro tan lentas que casi rozan el tedio, aunque no lo consiguen. El cortometraje nos lleva a un tiempo y lugar indefinidos. Aunque sus protagonistas puedan situarnos en un espacio concreto, las palabras se nos hacen tan cercanas que hacen de él un cortometraje actual; gracias a la recurrente temática existencialista que, inagotable, ha invadido la literatura más reconocida desde sus orígenes hasta la actualidad. Sin olvidar que tanto Lewis Carroll como su Alicia en el país de las maravillas conviven hoy, entre nosotros y entre otros, en la literatura y el cine.

Pablo García nos regala así un cortometraje tan diferente que se convierte en único. Ejemplo de ello fue su nominación en La Semana de la Crítica de Cannes en 2003, dos años después de la creación de la cinta. Pablo García recurre además al espacio manchego como contexto de su trabajo, algo que ya había hecho antes con un largometraje anterior (Fuente Álamo, la caricia del tiempo). Además, la pieza cuenta con el trabajo de Cristina Morales como Alicia y del extraordinario Fele Martínez como Lewis Carroll, intérprete que ya habíamos visto en la sección con Dime que yo. Actor que, por cierto, trabajará de nuevo con el director en su segundo largomentraje: Bolboreta, Mariposa, Papallona, donde una cámara fotográfica, la visión infantil y el existencialismo temporal se juntan de nuevo en lo que podría ser una versión extendida y actual de Alicia retratada.

Del trabajo en sí, no hay mucho más que añadir. Ocho minutos y medio de película en blanco y negro con un indudable marco fotográfico. En definitiva, una obra muy característica que, sin duda, enamorará a todo amante de las letras capaz de disfrutar de la lentitud del silencio.

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