Existen ejemplos tanto en la poesía como en la narrativa, pero ahora nos centraremos en el caso concreto de la prosa, donde muchos músicos han demostrado ser lectores aficionados a los grandes clásicos de la literatura. Así, obras como Ulises de Joyce, Las Uvas de la Ira de Steinbeck o El Extranjero de Camus han sido utilizadas por músicos de diversos estilos para componer sus canciones.
David Bowie, por empezar por mencionar a uno de los muchos artistas literatos, ha adaptado la esencia, tema y ambientación de la obra 1984 de George Orwell. El trabajo que el cantante ha realizado con este ingrediente literario es Diamond Dogs, disco publicado en 1974. En concreto, los temas 1984 y Big Brother. Diversos pasajes de la novela de Orwell son representados en estos temas: en 1984, el encarcelamiento e interrogatorio de Winston Smith, el protagonista de la trama, por parte de O'Brien, su antagonista. El otro tema, Big Brother, se basa en el pasaje en que el adiestramiento ideológico de Winston Smith está completo, y su adoración por el “Gran Hermano” (“Big Brother” en inglés) es total. La idea que Bowie tenía con este álbum, el octavo de su carrera, consistía en realizar un musical sobre la novela; sin embargo, este proyecto nunca llegó a producirse.
No obstante, no sólo el Duque Blanco ha utilizado la obra de Orwell para sus canciones. Otro ejemplo es la banda británica Muse y su tema Resistance, perteneciente al disco The Resistance publicado en 2010. La novela 1984 marcó mucho a Matt Bellamy, cantante de la banda y compositor del tema, ya desde que la leyó en la escuela, pero sobre todo en la re-lectura que llevó a cabo durante la realización del disco. La historia de amor del libro le llevó a pensar que la autentica libertad de los personajes se halla en el amor. Gracias a éste, Winston Smith y Julia pueden hacer frente a la sociedad e ideología que les rodean, pero sin él, sólo pueden anclarse en el desencanto y pasividad. De esta manera, desplazando su lectura hacia el amor y alejándose de la política, Bellamy decidió que la relación amorosa de 1984 formaría parte del disco.
The Grapes of Wraph, en español Las Uvas de la Ira, del escritor norteamericano John Steinbeck, también ha sido una novela inspiradora para muchos músicos. Si empezamos por Bruce Springsteen, debemos mencionar su tema The Ghost Of Tom Joad; pertenece al disco con el que comparte título, estrenado en 1995 y fue el primer single del mismo. Además de referirse a la obra de Steinbeck -sobre todo en su tercer párrafo, el cual alude al discurso de Tom Joad, personaje protagonista, en la novela-, Springsteen también se inspira en el tema The ballad of Tom Joad de Woody Guthrie. Este cantautor de folk norteamericano, famoso por sus canciones reivindicativas de temática social y política, se inspiró, a su vez, en la adaptación al cine de la novela: The Grapes Of Wraph, dirigida por John Ford y estrenada en 1940. Por su parte, Springsteen, al igual que Guthrie, intentó dar voz a aquellos que eran tanto ignorados como silenciados, por ello se entiende que asimilara The Ballad Of Tom Joad como un plus de inspiración. Ambos músicos compartían objetivos con su música, por no hablar de la admiración por la obra de Steinbeck.
Por otro lado, tenemos a Mumford & Sons, ellos también han acogido esta obra literaria como influencia para su música. Su tema Dust Bowl Dance, del disco Sigh No More (2009), hace referencia a la sequía que sufrió la región de las Grandes Llanuras del sur occidental los EE.UU durante los años 30. Ésta provocó una gran depresión económica, y muchas familias agrícolas de la zona emigraron a otras partes del país en busca de una vida mejor. Esto es, precisamente, lo que ocurre con los Joad en la obra de Steinbeck. El hecho de que el cantante y compositor del tema, Marcus Mumford, hubiera acabado la novela poco antes de componer la canción explica porque ésta sirve de influencia central. Además, es ya frecuente que esta banda británica acoja a la literatura como fuente de inspiración para sus temas.
Incluso Pink Floyd toman esta obra literaria como fuente de inspiración. Su tema Sorrow, perteneciente al disco A Momentary Laps Of Reason estrenado en 1987, describe escenas narradas en la novela. David Gilmour fue quien compuso la letra de esta canción y en ella, el guitarrista evoca paisajes e imágenes cuyas sensaciones remiten directamente a capítulos de la novela. En concreto, si nos fijamos en los primeros versos del tema: "The sweet smell of a great sorrow lies over the land Plumes of smoke rise and merge into the leaden sky"; las alusiones a la tierra, al humo, al polvo y al cielo plomizo nos remiten y llevan a la atmósfera de la novela.
Quien tampoco podía faltar en esta lista es el escritor irlandés James Joyce y su famoso Ulises. Esta novela constituye uno de los clásicos literarios del siglo XX, importante por sus rompedoras técnicas literarias vanguardistas. La banda U2, en concreto, ambientaron su tema Breathe en la jornada del Bloomsday. Festividad datada el 16 de Julio, fecha en la que se desarrolla la trama de la novela, y en Dublín, ciudad natal del escritor, se lleva a cabo una celebración dedicada a la obra y a su autor.
Por otro lado, Alex Kapranos, el cantante de Franz Ferdinand, compuso el tema Ulysses pensando tanto en el personaje clásico de Homero, como en la obra de Joyce. De hecho, según declaró en una entrevista a Self-Titled Magazine, la trama de la Odisea de Homero le había fascinado desde bien pequeño. Sin embargo, también mencionó que mientras estaba escribiendo la canción, la primera cosa que atisbó con su mirada al levantar la vista del papel fue el Ulises de Joyce. Por ello, la canción escenifica las vivencias de un muchacho durante una noche y su búsqueda de un camino de vuelta a casa. Ambas obras se conjuntan en el tema de la banda escocesa.
Por último, la banda Jefferson Airplane, pertenecientes a la Psicodelia de los 60 y 70, evoca a James Joyce en el tema Rejoyce. Éste pertenece al álbum After Bathing At Baxter's, estrenado en 1967 y con una evidente influencia psicodélica. El tema fue compuesto por la cantante Grace Slick, quien lo dotó con su gran voz y unas imágenes evocadoras no sólo de efectos lisérgicos, sino en homenaje al escritor irlandés.
Oscar Wilde también se merece un lugar en esta lista. Su novela El Retrato de Dorian Gray es la favorita de centenares de personas, entre ellas, Peter Murphy, el líder y cantante de la banda Bauhaus. El tema Dark Entries es el que realmente se ve influenciado por la obra del escritor irlandés, pues cuenta la historia de Dorian Gray, el protagonista de la novela. Según palabras del propio Murphy, la trama del libro está caracterizada por el narcisismo típico de una estrella del Rock, además de tener toques esotéricos, oscuros y estar expresada con un lenguaje opulento. Por estos motivos es su libro predilecto y fuente de inspiración para este tema de la banda. El single se estrenó en un vinilo de 7 pulgadas en 1980, después de su aclamado single Bela Lugosi's Dead.
El último lugar de la lista es para Robert Smith. El vocalista de The Cure es un gran admirador de la corriente existencialista francesa, en concreto, del escritor Albert Camus. Por ello, Killing An Arab es un tema que bebe directamente de la novela El Extranjero del escritor francés. La canción, compuesta por Robert Smith, intenta condensar las impresiones que el cantante tuvo al leer la novela de Camus de forma poética. En ella, el narrador explica cómo mata a un árabe en la playa durante un tiroteo. Esta escena evoca a la que aparece en la obra de Camus, cuando Meursault, el protagonista, dispara a un árabe que está de pie en la playa. El tema fue el primer sencillo del disco Boys Don't Cry, recopilatorio de edición estadounidense editado en 1980; sin embargo, Killing An Arab fue grabada para el disco debut de la banda, The Three Imaginary Boys, en 1979, pero no fue incluida en él.
Como podéis ver y oír, la literatura y la música se nutren mutuamente. Tanto escritores como músicos, ambos tipos de artistas se sirven de diversas obras artísticas para formar las suyas propias. Los ejemplos aquí mencionados son sólo una breve muestra para demostraros cómo la música no es un arte hermético, centrado en sí mismo, sino que expande sus horizontes mucho más allá.