En el DCode 2013 se preparaba un gran cóctel. La papeleta estaba complicada en una tercera edición marcada por la crisis, lo cual provocó que finalmente se decidiese concentrar todas las actuaciones en una sola jornada. Así que se optó por una receta ultra concentrada, combinando Franz Ferdinand con Amaral, Foals y Vampire Weekend con Love of Lesbian, y un toque de las otras 14 bandas participantes. Removiendo bien, el espectáculo estaba asegurado.

La cita fue en el complejo deportivo Cantarranas, perteneciente al campus de la Universidad Complutense de Madrid. Las puertas se abrieron a las 16:00 de la tarde, con el sol como protagonista y 30º de temperatura como recibimiento para los primeros asistentes. Desde los primeros momentos, se respiraba en el ambiente olor a música y fiesta. La gente estaba ansiosa por la celebración del acontecimiento, como así se había demostrado cuando a falta de dos días se colgó el cartel de entradas agotadas. Se instalaron dos enormes escenarios gemelos, el DCode y el Heineken, uno junto al otro, con la finalidad de agilizar la transición entre actuaciones. También había un tercer escenario, el Campus Party, junto al que se dispusieron varios puestos con diferentes alternativas de entretenimiento para amenizar la espera del comienzo de las actuaciones.

Los encargados de abrir el festival fueron Fuckaine, banda ganadora del concurso BDCoder. Le siguieron Varry Brava y John Grant. El norteamericano dispuso de 40 minutos para alternar las canciones más conocidas de sus dos primeros álbumes. Los españoles Izal y L.A. fueron los siguientes en aparecer en los escenarios. Mientras tanto, The Hot Soles había estrenado el escenario Campus Party, por el que también irían apareciendo a lo largo del festival Giuda, MØ, Toundra, Reptile Youth, Kostrok y Buffet Libre DJ.

Las 20:00 era el momento de la aparición en escena de Love of Lesbian, con el público ya abarrotando el recinto. Concentraron algunos de sus temas más conocidos, tales como Club de Fans de John Boy, Algunas Plantas o Fantastic Shine. En una hora de intensa aunque corta actuación, Santi Balmes y los suyos demostraron el porqué de su enorme ejército de seguidores. Tras ellos, esperaban dos de los platos fuertes del evento.

Foals hicieron patente que son una de las bandas top de la música rock británica, con un elenco de canciones que funcionan a la perfección en festivales. Ejemplo de ellos es la potente Inhaler, que hizo saltar a todo el público. Pero no recurrieron solo a sus temas más bailables, sino que también echaron mano de canciones más emotivas y refinadas como Spanish Sahara. Por su parte, Vampire Weekend hicieron lo que mejor saben hacer: tocar en directo de manera vibrante y efectiva. Sonaron todos sus éxitos, desde Diane Young o Step hasta A-Punk, pertenecientes a uno u otro de sus tres álbumes de estudio.

Tras ellos, Amaral saltó al ruedo para lidiar con la difícil papeleta de tocar entre Vampire Weekend y Franz Ferdinand. Se había cuestionado el acierto de incluir al dúo zaragozano en el cartel, por estar lejos de la etiqueta indie que viste al festival. Pero Eva y Juan no titubearon y demostraron que no fue un error su incorporación al cartel. Tuvieron un inicio fulgurante con Hacia lo Salvaje y no dieron muestras de debilidad durante el tiempo que estuvieron sobre el escenario. Ésta actuación ha sido la única en España del dúo en todo el año. Anunciaron que “cierran una etapa” y comienzan la preparación de un nuevo álbum.

El momento de máxima expectación llegaba a las 01:00 de la madrugada. Nadie quería perdérselo. Era el turno de Franz Ferdinand. Los escoceses salieron a por todas y no defraudaron. Su actuación fue impecable de principio a fin, conjugando sus grandes clásicos con las canciones de su nuevo disco. Hasta se permitieron tocar los cuatro a la vez la batería para alcanzar la hora y media que tenían reservada como cabezas de cartel.

Para concluir, Capital Cities tomaron el relevo. Con un solo álbum a sus espaldas, los californianos tienen una propuesta muy clara y original. Unas grandes gafas como icono y unos paso de baile original son su seña de identidad. Su tema Safe and Sound sonó hasta tres veces para hacer bailar sin descanso al público que seguía con ganas de música y fiesta. Los DJs The Warriors and Friends pusieron punto y final al festival con su sesión.

El DCode ha dado con la clave del éxito. El año que viene esperan seguir creciendo y confirmar una fórmula que funciona y que tanto ansiaba la capital madrileña.

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