Y llegó la luz (o la salvación, según se mire) a la 70º edición de la Mostra de Venecia. Concretamente con el alba de la novena joranda. En ella, tres títulos se postulaban como candidatas al León de Oro y, pese a que las tres dejaron un buen sabor de boca en el colectivo acreditado, hubo una que eclipsó al resto: Stray Dogs, del taiwanés Tsai Ming-Liang.

El cineasta de origen malayo emuló a su compañero de competición Hayao Miyazaki al anunciar en la ciudad de los canales que Stray Dogs podría ser la última línea que escriba en su extenso currículum. Jubilación o no a la vista (tiene 56 años), el caso es que el ganador del León de Oro en 1994 por Vive L'Amour probó suerte de nuevo en el certamen con una desgarradora historia de un padre que vive con sus dos hijos en las calles de una moderna Taipei.

Tsai Ming-Liang ha anunciado que se retira del cine a los 56 años

Un filme vital, a veces cruel, a veces dulce, y muy sentido que recibió una larga ovación en el Lido por parte de los medios, los cuales solo pudieron aportar una causa en contra de la matrícula de honor, su lento ritmo narrativo. Largos planos secuencias y ausencias repetidas de diálogos que para Ming-Liang tienen una explicación: "La gente debería aprender a apreciar la lentitud (...) Hay directores que intentan hacer filmes que cambiarán el mundo, pero ¿quiénes somos nosotros para influir en un mundo donde la velocidad prevalece?".

Una revancha y un documental

Compartiendo titulares con Ming-Llang y su Stray Dogs, el francés Philippe Garrel, quien regresaba para tomarse la revancha (tras su irregular paso por la Mostra en 2011) con su nueva tragicomedia titulada La Jalousie. Escrita por él mismo y protagonizado por su hijo Louis Garrel, el filme en blanco y negro sigue los pasos de un hombre de 30 años, que, aunque vive una historia de amor con una mujer, tuvo un hijo con otra mujer al que abandonó. "Quería demostrar que la energía de la libido femenina puede atormentar tanto como la masculina", subrayó Garrel que se marchó del Lido con una de cal y otra de arena; abucheos y aplausos, por partes iguales.

Y por último, el noveno día de la 70ª Mostra acogió el documental Sacro Gra, segundo y último proyecto de no ficción que compite este año en sección oficial. El filme, filmado por el italiano Gianfranco Rosi, explora la vida de una docena de personajes que viven a las afueras de la enorme autopista que rodea la ciudad de Roma. Un retrato complejo y sin ninguna contaminación por parte de su creador de la otra cara de una de las ciudades más visitadas y veneradas de Italia. El resultado: el aplauso de la crítica.

Las terrazas de Argelia

En la décima y última jornada a concurso, el festival acogió el estreno de Les Terrasses, de Merzak Allouache. La cinta encargada de cerrar la competición el pasado viernes, logró el beneplácito de la prensa especializada que aceptó con agrado su narración intercalada de cinco dramas diferentes que poseen un escenario en común: las terrazas de Argelia. Un mensaje crítico que desea sacar a la luz la verdadera realidad del país africano, tal y como indicó su director tras su visionado: "Todo lo que muestro en el filme simboliza la hipocresía de nuestra sociedad en la que se están produciendo muchos fenómenos que no se quieren reconocer".

AGENDA: En la tarde del sábado se dará a conocer el palmarés de una edición que será recordada por la ausencia de figuras de primer nivel en su competición y por las contadas ocasiones en las que la ovación y los aplausos hicieron acto de presencia en las salas. No obstante, las quinielas en estos momentos están encabezadas por Stray Dogs, de Tsai Ming-Liang (la gran favorita para el León de Oro), Philomena, de Stephen Frears, y The Wind Rises, de Hayao Miyazaki. Aunque no se descarta que pueda caer algo para Under the skin, la controvertida cinta de Jonathan Glazer. Estaremos muy pendientes de lo que decida el jurado presidido por Bernardo Bertolucci.