Peret nació en el seno de una familia humilde, calé y dedicada al comercio de telas. Desde pequeño fue un gran aficionado a la guitarra y a la música flamenca, pero no gozó nunca de formación ni musical ni escolar, siendo totalmente autodidacta. Pese a todo, con sólo 12 años formó un dúo infantil con su prima; debutaron en el Teatro Tívoli de Barcelona, pues participaban en un festival infantil.
Sus primeros pasos en la música los dio allá por 1947, año en el que Peret grabó su primer disco. Este trabajo no tuvo mucho éxito de ventas y por ello se dedicó a otros oficios. Sin embargo, le fueron surgiendo distintas actuaciones en locales catalanes, hecho que ayudó a aumentar su fama. Por ello, a mediados de los años 60, se traslada a Madrid, ciudad en la que es contratado para actuar en el tablao flamenco El Duende. A partir de entonces su carrera musical fue cobrando forma.
Sus primeros éxitos no fueron temas suyos, sino versiones. Entre estos covers se encuentran “El Muerto Vivo”, canción del músico colombiano Guillermo González Arenas, y “Una Lágrima”, tema que en su origen fue un vals compuesto por Genaro y Manuel Monreal. Estos músicos se reunieron con Peret para adaptar la canción a ritmos rumberos; llegó a ser la canción del verano de 1968, dando al músico reconocimiento y éxito. Todos sus temas sonaban en salas de baile, discotecas, bares y radios, incluso las orquestas de verano versionaban sus temas; el músico mataronense ya era conocido.
Los éxitos le acompañaron a partir de entonces. El salto al público internacional se produjo en 1971 con su tema “El Borriquito”, cuya autoría es completamente suya. Con este tema conquistó el mercado europeo, llegando a la cumbre de las listas de éxitos en países como Holanda y Alemania. Incluso en 1974 participó en el Festival de la Canción de Eurovisión con su tema “Canta y Sé Feliz”, posicionándose en un décimo puesto.
Tras dejar la escena musical en 1982 para ingresar en la sección barcelonesa de la Iglesia Evangélica de Filadelfia y hacer labores religiosas, a principios de los 90 creó una discográfica. Fue su retorno al mundo musical asesorando y produciendo trabajos de artistas de Rumba. Por otra parte, en 1992 actuó en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona, compartiendo escenario con otros artistas. A lo largo de la década de los 90 sus actuaciones musicales fueron esporádicas y puntuales.
En el año 2000, lanzó un nuevo disco titulado Peret: Rey de la Rumba. En este trabajo contó con la colaboración de artistas como Carlos Jean o David Byrne del grupo Talking Heads. Un años después de colaborar con Juan Manuel Serrat, Peret saca, en 2007, un nuevo disco con temas inéditos titulado Que levante el dedo. A partir de entonces va colaborando en distintos shows y eventos tanto televisivos como en homenaje a otros artistas. En 2009, el músico catalán reaparece con el que es su último trabajo de estudio: De los cobardes nunca se ha escrito nada. En este disco volvió a versionar temas pasados y contó, para ello, con la colaboración de artistas como Marina La Canillas, vocalista de Ojos de Brujo, cuya voz aparece en la nueva versión de “El Muerto Vivo”.
Este artista catalán, a lo largo de su carrera, ha ido más allá de la música y se ha aventurado con el cine. A partir de la década de los 60, ha aparecido y protagonizado diversas producciones españolas, compartiendo reparto con otros artistas como Carmen Amaya. Los films no destacan por su calidad cinematográfica, pero sí que sirvieron al músico para potenciar el éxito de sus temas. Sus últimas intervenciones han sido en las películas Alma Gitana (1996), Marujas Asesinas (2001) y Lazos Rotos (2008), en todas como personaje secundario.
Además de intervenir en el séptimo arte, su figura como artista ha sido galardonada en dos ocasiones. La primera en 1998, año en el que la Generalitat de Cataluña le otorgó la Creu de Sant Jordi, galardón que se otorga a personajes y entidades destacables por su valor y labor cultural. La segunda y última en 2011, cuando su ciudad natal -Mataró- le galardonó con el título de hijo predilecto de la ciudad. Fue la primera vez que la ciudad otorgaba este título, con él se reconoce la importancia de la carrera musical de Peret y de su papel en la Rumba catalana.
Pere Pubill Calaf es considerado el mayor precursor de la Rumba Catalana. Él fue quien la sacó de las esferas flamencas para llevarla al gran público, dándole fama. Sus canciones son alegres, animadas, bailables y pegadizas, características que los convierten en temas accesibles a todo tipo de oyentes. La Rumba Catalana tiene su origen en los ambientes musicales calés de Cataluña. Precisamente los gitanos fueron quienes aderezaron la Rumba Flamenca con ritmos cubanos, como el Son, y con melodías del Rock'n'Roll. Las canciones cubanas provenían de los músicos sudamericanos que visitaban Cataluña y de los propios gitanos, quienes cruzaban el charco para comerciar con telas y otros productos. Por su parte, Peret versionaba canciones pertenecientes a la Guaracha -estilo derivado del Son cubano-, cuyas letras y melodías adaptaba a la mescolanza que caracteriza a la Rumba catalana.
Este estilo tiene mucho éxito hoy en día entre público de todas las edades. Grupos que siguen con la estela de la Rumba Catalana, pero con toques de otros estilos -como el Reggae y el Ska-, son: Ojos de Brujo, Estopa, La Pegatina, Muchachito Bombo Infierno, Bongo Botrako, entre otros. Gracias a músicos como Peret, la Rumba es un estilo actual y con muchos adeptos.
Durante el pasado año 2012, se centró en la gira Música Contada, visitando Cataluña -cabe destacar su actuación en el Gran Teatre del Liceu (Barcelona)-, Baleares, Valencia y Valladolid. Hoy por hoy va actuando por distintos puntos del país de forma esporádica. Su último concierto fue el pasado 7 de Junio en el Teatro Auditorio de Ripollet (Barcelona), en el que hizo un repaso de sus más de 50 años de carrera.