La ciudad norteamericana de Knoxville, en el estado de Tennessee (27 de marzo de 1963), vio nacer en su seno a uno de los últimos genios del séptimo arte, dotado de una visión única y un talento natural para generar historias increíbles y trasladarlas a la gran pantalla, para el goce y disfrute de su legión de seguidores.

Hijo de un actor y músico de Queens con ascendencia italiana, de nombre Tony y de Connie, una enfermera con sangre irlandesa y cheroqui; si bien la educación del pequeño Quentin corrió a cargo de su madre, al separarse sus progenitores antes de que éste viese la luz.

A los dos años de nacer, Quentin se trasladó con su madre al sur de Los Ángeles, donde vivió los primeros años en Torrance y posteriormente en la barriada de Harbor City, lugar en el que comenzó a aficionarse por el mundo del teatro, asistiendo a la escuela superior Fleming Junior en Lomita, donde recibiría sus primeras clases de interpretación.

La variedad multicultural de su nuevo hogar, permitió a Quentin beber en distintas fuentes, lo que enriqueció y marcó intensamente sus gustos cinematográficos, muy influenciados por las películas de artes marciales y westerns.

Posteriormente prosiguió su formación académica en la escuela superior de Narbonne, donde permaneció durante un año, hasta que con 15 años decidió dedicarse plenamente a recibir clases de interpretación en la James Best Theater Company en Toluca Lake.

Sin embargo, el propio Tarantino en distintas comparecencias públicas, siempre ha reconocido que su auténtica formación académica en el mundo del celuloide, se produjo en el videoclub Video Archives, en Manhattan Beach, donde estuvo trabajando junto a otros cinéfilos empedernidos entre los que destacaba Roger Avary, con quien mantenía intensas discusiones y conversaciones sobre cine y las películas recomendables a sus clientes.

En su trabajo en el videoclub, Quentin aprovechó su tiempo observando el tipo de películas que alquilaban sus clientes, lo que le permitió conocer de primera mano los auténticos gustos comerciales del gran público, siendo una de sus principales fuentes de inspiración para emprender su carrera como cineasta, señalando que "cuando la gente me pregunta si fui a la escuela de cine, les digo, no, fui al cine".

Su capacidad para escribir guiones, le abre las puertas del cine

Junto a su nuevo compañero y amigo, Roger Avary, Tarantino se puso manos a la obra con la escritura de un par de guiones cuya finalidad última era la de posibilitar el comienzo de su carrera como director cinematográfico.

Sin embargo, las dificultades para conseguir hacer una película en condiciones en Hollywood, le llevaron a escribir un guión minimalista, que llevaba por título Reservoir Dogs y cuya intención era la de convertirse en una modesta película de 16 mm y con un bajo presupuesto, en el que Tarantino y sus amiguetes del videoclub iban a interpretar los papeles del reparto.

Sin embargo, la historia del atraco a mano armada, en el que el robo se produciría fuera de la propia pantalla y en el que la trama giraba en torno a las extrañas relaciones generadas entre los distintos compañeros de atraco y las sospechas sobre sus respectivos en un ambiente en el que la falta de confianza entre ellos, conseguía un ambiente asfixiante; iba a terminar en las manos de un ambicioso productor, Lawrence Bender, quien en un futuro se convertiría en el productor fetiche de Tarantino y que fascinado por la original historia del joven guionista se embarcó en una cruzada personal por llevar a la gran pantalla el guión de Tarantino.

La capacidad motivadora de Bender convenció prácticamente de inmediato al actor Harvey Keitel, quien se embarcó entusiasmado en el proyecto, no sólo como actor sino también como coproductor.

Finalmente la película sería dirigida por el propio Quentin Tarantino, quien se reservó para si uno de los papeles de los atracadores. Además de Harvey Keitel y de Tarantino, se unieron al reparto un gran grupo de actores de carácter, del calibre de Steve Buscemi, Michael Madsen, Chris Penn, Lawrence Tierney, Randy Brooks, Kirk Baltz, Eddie Bunker y Burr Stiers.

La película llegó a la gran pantalla en el año 1992, convirtiéndose en una auténtica película de culto, ganadora de los premios al mejor guión y al mejor director del festival de Sitges, el premio FIPRESCI del festival de Toronto y el premio a la mejor ópera prima del Círculo de Críticos de Nueva York; consagrando de paso al joven director, guionista y actor, como el nuevo niño prodigio del cine norteamericano, envuelto en una imagen de "enfant terrible", que no le ha abandonado a lo largo de su carrera cinematográfica.

La eclosión mediática de Quentin Tarantino con el brillante éxito de su primer largometraje, convirtió los dos guiones escritos por él, previos a Reservoir Dogs, en objeto de deseo de los principales estudios cinematográficos hollywoodienses.

De esta manera, se pondría en marcha en primer lugar el proyecto de True Romance (Amor a quemarropa) , sin contar con la presencia de Quentin Tarantino más allá de su labor como guionista.

La película sería producida por Harvey y Bob Wenstein, a los que se unirían Gary Barber, Samuel Hadida y James G. Robinson. El encargado de dirigir el proyecto sería Tony Scott, el "hermanísimo" de Ridley Scott, quien contaría con un reparto de auténtico lujo formado entre otros por Christian Slater, Patricia Arquette, Dennis Hopper, Christopher Walken, Gary Oldman, Brad Pitt, Val Kilmer, Bronson Pinchot, Samuel L. Jackson, Michael Rapaport, Saul Rubinek, James Gandolfini, Chris Penn y Tom Sizemore.

El argumento de este thriller romántico giraba entorno a la figura del solitario Clarence, quien conoce a una joven prostituta llamada Alabama, mientras celebra su cumpleaños visionando una sesión triple de películas de Kung Fu. El flechazo entre ambos surge de inmediato, decidiendo casarse prácticamente de inmediato. En un intento por intentar que el chulo de su flamante esposa, el psicópata Drexl, la libere para poder proseguir con su relación de pareja lejos del mundanal mundo de la prostitución, embarca a la pareja en una psicodélica espiral de muerte, violencia y catástrofe, con las drogas como telón de fondo.

A pesar de la ausencia en la dirección del prometedor Tarantino, se vislumbra su mano en cada parte de un guión nacido de su creador, en el que la importancia concedida a los diálogos, se reafirmaba como una de las marcas propias del genio de Knoxville.

Tras el estreno en 1992 de True Romance, le tocaría el turno un año después, al segundo de los guiones de Tarantino, que recaería en las manos del oscarizado Oliver Stone. El título de la nueva película sería Natural Born Killers (Asesinos Natos), que sería producida por Jane Hamsher, Don Murphy y Clayton Townsend.

Sin embargo en esta ocasión, Stone reescribió prácticamente en su totalidad el guión de Tarantino, motivo por el que éste siempre ha renegado de su vinculación con dicho proyecto, alejándose del estilo propio y característico del genio de Knoxville.

En el reparto Woody Harrelson y Juliette Lewis, eran secundados por actores de la talla de Robert Downey Jr., Tommy Lee Jones o Tom Sizemore; protagonizando una dura y descarnada historia en la que la pareja formada por los psicópatas homicidas Mickey Knox y Mallory Wilson, se dedicaban a cruzar los EEUU de punta a punta asesinando a diestro y siniestro a cuantas personas se cruzaban en su camino, dejando tras de si un macabro reguero de muerte y destrucción sin fin, perseguidos sin descanso por el FBI, en una cruzada por frenar a estos nuevos y macabros "Bonnie & Clyde".

Con Pulp Fiction nace un mito

Tras rechazar embarcarse en distintos proyectos cinematográficos entre los que se encontraban Speed y Hombres de Negro, se decantó por retirarse a la ciudad holandesa de Amsterdam, donde se enfrascaría en la elaboración del guión que daría origen a su obra principal hasta la fecha y que le catapultaría a lo más alto del celuloide, Pulp Fiction.

La historia se centraba en la combinación de una serie de historietas "pulp" a las que el propio Tarantino se había hecho adicto en su época juvenil, en el que se dedicaba a interrelacionar una serie de historias aparentemente independientes, pero que a medida que avanzaba el metraje, se interrelacionaban entre si, dando sentido a la película. Con unos diálogos brillantes, duros y en ocasiones escatológicos, Tarantino conseguía ofrecer al público una obra maestra, a la altura de su genio.

Para la ocasión, contó con la producción de su amigo Lawrence Bender, quien apostó por el arriesgado guión de su protegido, con la fe ciega de quien se siente propietario de un caballo ganador.

Para uno de los papeles protagonistas, Quentin arriesgó por sacar del ostracismo al en otros tiempos súper estrella, John Travolta, que había tocado fondo siendo por aquel entonces una "vieja gloria" prácticamente olvidada. El papel de Travolta como el mafioso Vincent Vega, devolvió al actor el papel de super estrella que había perdido, catapultándole como uno de los actores más solicitados del panorama cinematográfico Hollywoodiense.

Al reparto se uniría un viejo conocido de Tarantino, Harvey Keitel, quien repetiría en uno de los papeles, esta vez secundarios, como Winston "Lobo", un eficiente limpiador de la mafia. El resto de los personajes era repartido en un elenco sin fin de actores formado por Uma Thurman - Que se convertiría en su actriz fetiche - Samuel L. Jackson, Bruce Willis, María de Medeiros, Amanda Plummer, Ving Rhames, Rosanna Arquette, Christopher Walken, Peter Greene, Phil LaMarr, Paul Calderon, Eric Stoltz, Steve Buscemi, Burr Steers y Frank Whaley.

El éxito de la cinta fue abrumador, logrando 7 nominaciones para los Óscars de 1994, conquistando el Óscar al mejor guión original, 6 nominaciones a los Globos de Oro (Ganó en la categoría de mejor guión original), la Palma de Oro del Festival de Cannes a la mejor película, 2 premios BAFTA, una nominación a la mejor película extranjera en los premios César y 2 premios David di Donatello.

Tras el macroéxito cosechado por Tarantino con la emisión de Pulp Fiction, el director se convirtió en uno de los máximos objetivos de la prensa mundial, que veían en la visión única del genio norteamericano un aire fresco que invadía los estudios cinematográficos y cuya legión de fans crecía día a día expectantes de la llegada del siguiente trabajo de su ídolo.

La vida después del éxito

Tras el apoteósico éxito de su último trabajo, el idolatrado director norteamericano volvió a sorprender a propios y extraños con su siguiente película, titulada Four Rooms y en la que se uniría a tres de sus más íntimos amigos - Allison Anders, Alexandre Rockwell y Robert Rodríguez - para elaborar un original film en el que cada uno se encargaría de rodar una historia, que tendría como hilo conductor a uno de los actores fetiche de Tarantino, Tim Roth, presente en sus dos anteriores trabajos detrás de las cámaras, en el que hacía el papel de un botones que era el hilo conductor de las cuatro historias que se desarrollaban en cuatro habitaciones de un hotel.

La película era nuevamente producida por Lawrence Bender, contando en el capítulo de Quentin con la presencia de Bruce Willis, Paul Calderon, Jennifer Beals y el propio Tarantino.

Bajo el título de "El hombre de Hollywood", la historieta de Tarantino cerraba la película con un homenaje al cineasta británico Alfred Hichcock, en el que el botones Ted se veía sin querer involucrado en una apuesta sádica, entre un famoso actor y dos de sus mejores amigos, todos totalmente borrachos, en las que en presencia de una vecina de habitación, el botones ejercía de juez improvisado con un final de lo más sorprendente.

Su acogida por la crítica en su estreno de 1995, fue criticada por su estilo gamberro, sin embargo la originalidad de la cinta era más que evidente, destacando las historias del propio Tarantino y de su amiguete Robert Rodríguez.

Posteriormente volvería a acudir a la llamada de su inseparable amigo para protagonizar un pequeño papel secundario en la secuela del Mariachi, la película que dio a conocer al mundo al director mexicano y que a modo de una superproducción de acción encabezada por el español Antonio Banderas y la mexicana Salma Hayek, narraba la historia de un exmariachi convertido en vengador sanguinario, bajo el título de Desperado.

Además de dirigir una de las historias de Four Rooms, se unió a su amigo Robert Rodríguez en la película vampírica From Dusk Till Down (Abierto hasta el amanecer), en la que además de escribir el guión, participó como actor, dando vida a uno de los dos sanguinarios hermanos Gecko, quienes huyendo de la policía se refugian en un perdido bar de carretera junto a la frontera de México, en compañía de un predicador que ha perdido la fe y de sus hijos.

El local se convierte por la noche en un restaurante para vampiros que se dedican a alimentarse de todo aquel desgraciado que osa pernoctar en el mismo, produciéndose una batalla campal por la supervivencia en el que se homenajea al cine gore vampírico en una película original con el sello de Rodríguez tras las cámaras y Tarantino en sus diálogos.

El resto del reparto incluía a un sorprendente George Clooney como el otro hermano Gecko, Harvey Keitel, Juliette Lewis, Fred Williamson, Cheech Marin, Danny Trejo, Tom Savini, Michael Parks, John Saxon, Kelly Preston y una sensacional Salma Hayek, que protagonizaba la escena más famosa de la película en la que Tarantino bebía el tequila que ella dejaba deslizar por su pierna hasta su pie.

La película tuvo una buena acogida entre los aficionados, dando origen a una secuela y posteriormente a una precuela, ya desvinculadas totalmente tanto de Quentin Tarantino como de Robert Rodríguez. Sin embargo la crítica se ensañó con la película, concediéndole al propio Tarantino un premio Razzie en 1996, como peor actor secundario.

Hubo que esperar tres años para ver el cuarto trabajo del díscolo director norteamericano, su título Jackie Brown, en el que Tarantino hacía una brillante adaptación de la novela Rum Punch de Elmord Leonard, separándose de la línea seguida en sus dos anteriores proyectos en los que se trataba de guiones originales.

Con su nueva película Tarantino rendía un sentido homenaje a los filmes de blaxpoitation que habían emergido en la década de los 70. Al igual que hizo en el caso de John Travolta, el director recuperaba de la nave del olvido a dos actores de la talla de Pam Grier (Auténtica musa ya olvidada por entonces del cine de blaxpoitation, con películas como Tough Dreams, Fort Apache, The Bronx o Vindicator, entre otras), a la que le otorgó el papel principal y a un gran actor de carácter como Robert Forster, que había combinado sus trabajos en cine (Delta Force o Avalancha entre otras películas) con participaciones en series de televisión (Magnum, Hotel o Jake y el Gordo); ambos actores a raiz del estreno de Jackie Brown volverían a aparecer en las agendas de los estudios retomando sus apagadas carreras cinematográficas.

El reparto se completaba con una serie de actores de gran calibre y prestigio como Robert de Niro, Michael Keaton, Bridget Fonda o el siempre carismático Samuel L. Jackson. La película era dirigida por el propio Tarantino y de nuevo Lawrence Bender se encargaba de la producción, en compañía de los hermanos Weinstein, Elmore Leonard, y Richard N. Gladstein.

El film relata la historia de Jackie Brown, una azafata de vuelo que apremiada por la falta de dinero se veía obligada a ejercer de correo del despreciable Ordell, un traficante de armas en el punto de mira del FBI. Cuando Jackie es detenida en uno de sus trabajitos, no encuentra más salida para evitar la cárcel que ayudar a los federales a obtener pruebas contra su "jefe".

La película obtuvo el respaldo mayoritario de la crítica, alejándose un poco del clima de violencia de sus anteriores trabajos, si bien los diálogos y su estilo detrás de las cámaras respaldaban el sentimiento unánime de la reafirmación del excelente y original trabajo del genio de Knoxville. El film recibió una nominación a los Óscars al mejor actor de reparto (Robert Foster), 2 nominaciones a los Globos de Oro, un Oso de Plata del Festival de Berlín al mejor actor (Samuel L. Jackson), una nominación al Oso de Oro a la mejor película, 2 nominaciones a los Saturn Adwards, 2 nominaciones por la asociación de críticos de Chicago y un premio para el mejor actor de reparto (Robert Forster) del círculo de críticos de Kansas.

Su homenaje al Kung Fu

Tras barajar varios proyectos terminó por decidirse por homenajear a uno de los géneros cinematográficos adorados por su persona desde niño y al que ya había hecho un guiño en el guión de True Romance, como es el Kung Fu. Para ello, se enfrascó en el guión de una película titulada Kill Bill, que aconsejado por su confidente y amigo Lawrence Bender decidió dividir en dos partes, a pesar de ser rodada de una vez, dada la extensa duración del metraje previsto.

Como estrella principal de ambas películas, recurrió a su musa Uma Thurman, quien enfundada en un ajustado mono de licra amarillo chillón, sorprendería a propios y extraños con un papel alejadísimo de sus anteriores trabajos, convirtiéndose en una auténtica justiciera sanguinaria, que a base de golpes de katana se iba vengando del grupo de asesinos que tiempo atrás habían acabado con la vida de su esposo y a punto estuvieron de acabar con la suya propia.

El objetivo último de su venganza era su antiguo jefe, el malvado Bill, a quien dio vida el mítico David Carradine, en un nuevo intento de Tarantino de recuperar a un actor olvidado e inmerso en subproductos de serie B, revitalizando su carrera, como ya hiciese en los casos de Travolta, Grier o Forster y de paso homenajeaba a uno de los principales representantes del cine clásico de artes marciales, que se había consagrado en su papel de Kwai Chang Caine en la mítica serie Kung Fu (1972 - 1975).

El resto del reparto se completaba con Lucy Liu, Daryl Hannah, Vivica A. Fox, Sonny Chiba, Chiaki Kuriyama, Michael Bowen, Julie Dreyfus, Michael Parks y Michael Madsen, en una curiosa mezcla de actores norteamericanos y orientales clásicos de las películas japonesas de artes marciales.

Ambas películas, dirigidas por Tarantino y producidas de nuevo por Lawrence Bender, se llevaron a las pantallas a caballo entre el 2003 y el 2004, en un retorno de Quentin al cine escabroso y violento de sus primeros trabajos. Recibió además una nominación a los Globos de Oro a la mejor actriz, 5 nominaciones a los BAFTA y obtuvo el premio del público en el Festival de Sitges en 2003.

La película nuevamente recibió los elogios de la crítica y de su legión incondicional de fans, logrando sorprender de nuevo a sus seguidores tras un largo periodo de ausencia de las pantallas.

Proyecto Grindhouse, su retorno tras las cámaras

Tras un breve cameo como director en la película Sin City, codirigida por Frank Miller y su amigo Robert Rodríguez, en el que Quentin fue invitado a rodar la famosa escena del coche protagonizada por Clive Owen y Benicio del Toro; comenzó la búsqueda de su nuevo proyecto cinematográfico, en el que volvía a unirse al excéntrico director mejicano, codirigiendo el llamado proyecto Grindhouse, en el que cada uno de los dos directores escribieron una historia cada uno que posteriormente se dividirían en dos películas independientes aunque interrelacionadas a través de una serie de trailers falsos que unían ambas películas en un homenaje a las sesiones de cine exploitation de los años 70 en los que se emitían una serie de maratones de películas con una temática similar, lo que era conocido como "series Grindhouse".

Con la base del terror como telón de fondo, se da la particularidad de que uno de los trailer falsos de Grindhouse, dio origen a una película dirigida por el propio Rodríguez, con Danny Trejo como actor principal secundado por actores de la talla de Robert de Niro, Don Johnson, Jessica Alba, Steven Seagle o Michelle Rodríguez, cuyo título fue Machete.

La película dirigida por Robert Rodríguez llevaba por título Planet Terror (Planeta Terror), producida por Elizabeth Avellán, Tarantino y el propio Rodríguez.

En su reparto figuraban estrellas del calibre de Bruce Willis, Rose McGowan, Michael Biehn o Fergie entre otros.

La sinópsis argumental giraba en torno a un grupo de personas que intentaban luchar por su supervivencia ante un ataque inesperado de zombies, en el marco de una base militar; en un claro homenaje al cine de zombies de serie B.

En cuanto a la película de Quentin Tarantino, contaba con la misma producción de Planeta Terror, si bien en este caso la acción giraba en torno a la figura de un piloto de coches especialista de cine, que se presentaba como un auténtico psicópata, que se dedicaba a acosar a mujeres con su coche preparado a conciencia para sobrevivir a los impactos, intentando matar con sus embestidas a sus temerosas presas.

Para el papel protagonista Quentin pensó en el semiolvidado Kurt Russell, antiguo niño prodigio de Disney quien encarnó de una manera más que convincente al asesino psicópata de Death Proof.

El resto del reparto era el formado por Rosario Dawson, Vanessa Ferlito, Rose McGowan, Jordan Ladd, Sydney Poitier, Zöe Bell, Tracie Thoms, Mary Elizabeth Winstead, Marley Shelton, Michael Parks, Marcy Harriell, Elie Roth y el propio Quentin Tarantino.

A pesar de que la película obtuvo el respaldo de la crítica, su recaudación no estuvo a la altura del resto de los trabajos del director norteamericano, quien volvía a sorprender con un estilo y originalidad muy alejado de los parámetros habituales de Hollywood.

Regreso a los Óscars de la mano de Inglorius Basterds

Un proyecto antiguo de Tarantino que permaneció en un cajón buscando su oportunidad desde prácticamente los comienzos de la carrera del director, vio la luz finalmente en el año 2009, bajo la producción de Lawrence Bender.

Se trataba de una película bélica que narraba dos historias entremezcladas bajo el título de Inglorius Basterds (Malditos Bastardos); por un lado narra la misión de un grupo de soldados de origen judío empecinados en matar nazies en el marco de la Segunda Guerra Mundial y por otro lado la historia de venganza de una joven judía francesa llamada Shosanna, hacia un alto cargo nazi, el Coronel Hans Landa, responsable de la masacre de toda su familia siendo una niña.

La película cuenta con las sobervias intervenciones de Brad Pitt y Christoph Waltz, secundados por Michael Fassbender, Eli Roth, B-J. Novak, Til Schweiger, Diane Kruger, Daniel Brühl y Mélanie Laurent.

El resultado del film fue excelente tanto en taquilla como a nivel de críticas y premios, logrando 8 nominaciones a los Óscars del 2009, consiguiendo una estatuilla al mejor actor de reparto (Christoph Waltz), 4 nominaciones a los Globos de Oro ( De nuevo obtenía el premio al mejor actor de reparto), 6 nominaciones a los BAFTA con un premio conseguido y 3 candidaturas a los premios del sindicato de actores, del que lograron dos premios.

Su último trabajo homenajea al Western

En el año 2011 comenzó la preproducción del que sería su último trabajo hasta la fecha, que llevó el título de Django Unchained (Desencadenado), con el que homenajea a los westerns que tanto venera el director norteamericano.

La película narraba la historia de un esclavo que es liberado por un cazarrecompensas alemán llamado Dr. King Schultz, quien le convence para que se asocie con el dadas las habilidades como pistolero de Django, a cambio de liberar a su esposa de las garras del despiadado tratante de esclavos Calvin Candie.

El reparto estaba encabezado por Jamie Foxx y Christoph Waltz, a quienes les secundaban Leonardo Di Caprio, Kerrie Washington, Samuel L. Jackson, Don Johnson o Franco Nero entre otros.

De nuevo Tarantino lograba conjugar el éxito en las taquillas con el respaldo masivo de la crítica en la que su homenaje a las antiguas películas del viejo Oeste, siempre bajo su prisma único para el tratamiento de la violencia y de sus diálogos cargados de intensidad.

De nuevo conseguía 5 nominaciones a los Óscar, de los que conseguiría 2 estatuillas (Mejor guión original y mejor actor secundario), 5 nominaciones a los Globos de Oro, de las que se alzaría con el mejor guión y al mejor actor de reparto y 5 nominaciones a los BAFTA, de los que se llevaría 3 galardones.

El producto "Tarantino"

Conocedor de la fuerza adquirida por su persona en el mundillo del celuloide, Quentin se ha dedicado a producir películas extranjeras e independientes en las que el mero hecho de relacionarse dichos productos con su persona, convierten esos filmes en auténticas minas de oro.

De esta manera, en el año 2001 produjo una película de artes marciales, llamada Iron Monkey, realizada en Hong Kong por el realizador chino Wong-ping Yuen, un auténtico genio de la coreografía de escenas de lucha, que se encargó en su momento de coreografiar todas las escenas de acción de las dos películas de Kill Bill con el propio Quentin Tarantino.

En esta ocasión el argumento giraba en torno a la figura de un médico enmascarado que luchaba contra el crimen como si de un Robin Hood asiático se tratase.

La película consiguió recaudar en los EEUU la cifra de 14 millones $, una cifra siete veces superior al presupuesto destinado a su realización, a pesar de no contar con rostros conocidos para el espectador norteamericano.

La excelente acogida de su primera producción, le animó a repetir con el género de las artes marciales, en una película china titulada Hero, dirigida por el aclamado realizador chino, Zhang Yimou.

La película cobró pronto el carácter de una gran producción, esta vez con un reparto totalmente oriental, pero encabezado por rostros perfectamente reconocibles para el gran público americano y europeo, como eran Jet Li, Tony Leung, Zhang Ziyi o Donnie Yen.

La historia se basaba en la figura de un misterioso guerrero conocido como "Sin Nombre", que tras presentarse en el palacio del Reino de Qin con tres espadas, pertenecientes a los asesinos del Rey de Yao, con la finalidad de que el actual monarca Chen Daoming, le concediese la audiencia prometida a cambio de acabar con los tres asesinos. A unos pasos del monarca, "Sin Nombre" comenzó a relatar la historia de como consiguió cumplir con su arriesgada misión,...,.

El éxito en Norteamérica fue atronador, recaudando 53,5 millones $ en el año 2004, dos años después de su exitoso estreno en China.

En 2006 cambió totalmente de registro en su tercera producción, tomando como género el terror gore con la película Hostel, dirigida por el actor y realizador Eli Roth, curiosamente uno de los integrantes del reparto del Inglorius Basterds, según un guión del propio Roth.

En el reparto la única cara reconocible a priori era la del actor Jay Hernández, secundado por Derek Richardson, Eythor Gudjonsson y Barbara Nedeljáková.

La historia giraba en torno a las desventuras de dos mochileros norteamericanos que se encontraban de viaje por Europa en busca del que ellos consideraban un sexo fácil. Durante la travesía se les une un joven islandés hasta Ámsterdam, ciudad en la que les aconsejan visitar un local de moda. A partir de ese momento, su viaje se convierte en una auténtica pesadilla gore no apta para estómagos delicados.

A pesar de la dureza de lo explícito de sus imágenes de ultraviolencia, en el camino iniciado por la aclamada Saw, fue muy bien recibida por el público, llegando a recaudar 20,1 millones $.

Poco después participaría en la producción de la película tailandesa Thai Dragon, dirigida por el realizador tailandés Prachya Pinkaew, su tercera película de artes marciales como productor.

La trama gira en torno a la aparente apacible vida de Khan en una aldea tailandesa, hasta que una banda mafiosa australiana les roban unos elefantes, que su familia ha estado cuidando para poder obsequiárselos al Rey tailandés. Sin dudarlo Khan se trasladará a Sydney en busca y captura de la mafia australiana para recuperar lo que es suyo.

Con Tony Jaa encabezando el reparto el film tuvo una discreta acogida entre el público y la crítica.

El éxito de Hostel le animó a embarcarse en la producción de la secuela Hostel 2, en el año 2007, película escrita y dirigida de nuevo por su amigo Eli Roth.

La película continuaba en el mismo lugar donde había finalizado la primera parte, pero esta vez la acogida por el gran público fue bastante pobre, en comparación con las sensacionales cifras de la primera, con una cantidad cercana a los 17 millones $.

En esta ocasión junto a Jay Hernández se encontraban Lauren German, Richard Burgi, Bijou Phillips, Heather Matarazzo, Jordan Ladd, Roger Vart y Vera Jordanova.

Un año después produciría una película de acción titulada Hell Ride, escrita y dirigida por Larry Bishop, uno de los actores integrantes del reparto del volumen II de Kill Bill.

Bajo una estética Grindhouse, narraba las andanzas de tres hombres embarcados en una confrontación con un grupo de moteros rivales, los 666ers, que habían asesinado a la novia de uno de ellos, a la que pretendían vengar.

La película contaba con un bajísimo presupuesto, pero con un reparto más que aceptable en el que se incluían entre otros rostros populares, el propio Larry Bishop, Michael Madsen, Vinnie Jones, Leonor Varela o David Carradine.

En el año 2008 participó como productor ejecutivo en una adaptación de la novela de Elmore Leonard, titulada Killshot, que sería dirigida por John Madden.

La historia se centraba en una agente de la propiedad inmobiliaria, cuyo marido no tenía trabajo, motivo por el cual ella le convencía para presentarse a una entrevista en su actual empleo.

A pesar de contar con rostros populares del calibre de Diane Lane, Mickey Rourke, Thomas Jane o Rosario Dawson; Tarantino se desvinculó totalmente del proyecto poco antes de su estreno.

Su última producción hasta la fecha fue en la película The man with the iron fits, que supuso el estreno en la dirección del rapero y actor RZA, en el año 2012.

La película retorna al seno del género de las artes marciales, ambientada en la China feudal, en la que un forastero fabricante de armas, se ve obligado de la noche a la mañana a convertirse en protector del pueblo en el que reside, para evitar una masacre.

El reparto incluía a actores conocidos como el propio RZA, Russell Crowe, Lucy Liu, Rick Yune, Pam Grier o Eli Roth.

Imágenes del cuerpo del artículo: IMDB, filmaffinity, koult, enclavedecine.com y outnow.ch.

Fuentes consultadas: IMDB, filmaddinity y wikipedia.