"Somos lo que hacemos". Precisamente por todo lo que ha hecho en pro del cine español, Álex de la Iglesia recibió ayer el Premio Retrospectiva que otorga el Festival de Málaga como reconocimiento a una larga y fructífera carrera detrás de las cámaras. "Francamente estoy orgulloso de mis errores, de equivocarme y de tener amigos que aprecian mis errores", afirmó el cineasta vasco en la rueda de prensa que ofreció con motivo del galardón.

Desde su prueba de fuego como director allá por 1991 cuando dirigió su primer cortometraje, Mirindas asesinas, Álex de la Iglesia ha demostrado ser uno de los pocos directores españoles con sello e identidad propia. "Estoy orgulloso de ser un director irregular", aseguró el artífice de títulos como El día de la Bestia (ganadora de seis premios Goya en 1996), Muertos de la risa (1999) o La comunidad (2000).

El realizador tuvo tiempo de agradecer al Festival de Málaga toda la labor que realiza por el cine español. "Es la primera plataforma para la promoción y el desarrollo del cine español", puntualizó de un certamen en el que dice sentirse como en casa y cuyo premio "demuestra cariño y amistad".

"Este premio demuestra cariño y amistad"

Rodeado de gran parte del reparto, Álex de la Iglesia aprovechó la oportunidad para presentar en Málaga un adelanto de su próxima película, Las brujas de Zugarramurdi, una alocada comedia que recuerda mucho a la salvaje El día de la Bestia. "Va de los problemas que tenemos los hombres para comportarnos decentemente con las mujeres", explicó el realizador quien dijo estar rodando "la mejor película que he hecho". Preguntado por su posible vuelta a los cortometrajes, el cineasta dijo estar deseándolo pero que, una vez iniciado la senda del éxito por los largometrajes, es mucho más difícil volver a atrás.

Por su parte, Mario Casas, uno de los protagonistas de la nueva película de Álex de la Iglesia, habló de la secuencia que más trabajo le costó realizar. "Lo más difícil fue hacer el beso con Hugo Silva", reconoció entre risas el intérprete que solo tiene palabras de agradecimiento para el director que le ha dado "alas en la comedia salvaje". Mientras, el malagueño Jaime Ordóñez interpreta al sufrido taxista al que secuestran los personajes de Mario Casas y Hugo Silva tras atracar una joyería. Rostro muy conocido de la pequeña pantalla gracias al programa de humor de José Mota, Ordóñez agradeció a De la Iglesia la oportunidad de su primer protagonista en el cine.