Es de esos actores con los que da gusto hablar. Con una sonrisa dibujada en su cara que mantiene hasta el último segundo de la entrevista, Daniel Grao se muestra como lo que es: un intérprete honesto, sencillo y con los pies en el suelo. Su rostro se ha vuelto muy popular en la pequeña pantalla gracias a series como Luna, el Misterio de Calenda, Águila Roja o Acusados. Además, el pasado año estrenó Fin, una de las producciones de ciencia ficción más ambiciosas de los últimos tiempos del cine español, dirigida por Jorge Torregrossa.

En el presente, continúa formándose como intérprete en la gran pantalla con producciones como Tránsito, el primer cortometraje de ficción de la realizadora malagueña Macarena Astorga, cuyo estreno tuvo lugar el pasado martes en el marco del Festival de Málaga. El proyecto, producido por Caleidoscopio Films y Puraenvidia Films, es una de las apuestas más fuertes de la sección oficial de cortometrajes y, curiosamente, el único con sabor malagueño de los 24 que compiten este año por la Biznaga.

Ganadora del Premio RTVA al mejor guión (escrito por Macarena Astorga), la historia, rodada en Archidona el pasado mes de octubre, aúna drama, suspense y fantasía. Tres géneros que recaen en la mirada de Pablo, encarnado por Daniel Grao. La vida de este joven cambiará radicalmente cuando, de camino a una reunión de trabajo, se desvíe de su camino. Con el motor del coche parado, ya nada será igual para él. De este papel, de su relación con el proyecto y del cine en general, VAVEL tuvo el placer de hablar en exclusiva con el intérprete español.

Pregunta: El año pasado visitó el Festival de Málaga con motivo del estreno del teaser de Fin, de Jorge Torregrossa. En esta edición, regresa a la capital malagueña, pero en sección oficial de cortometrajes con Tránsito. ¿Cómo se siente?

Respuesta: Estoy encantado de regresar al Festival de Málaga para lo que sea. Ya sea presentar un premio, un corto... La verdad es que siempre es un placer volver por aquí.

P: Sabemos que en un cortometraje no se puede hablar mucho de los personajes porque puedes terminar destrozando la historia, pero, en la medida de lo posible, ¿cuéntenos un poco más sobre Pablo, el personaje al que da vida en Tránsito?

R: Se puede hablar poco. Es una historia cortita y enseguida que te diga algo se va a desvelar todo. Pero lo que a mí me interesó como actor de interpretar a Pablo es el arco que tiene. En trece minutos vemos a un personaje que empieza ciego, en el sentido de que está poseído por su ego y desconectado completamente de él y de la vida y de las relaciones, y al final la vida le da una lección. Me imagino a este tipo, porque cuando uno se trabaja a los personajes inventas un pasado, que ha tenido señales y que cada vez son más contundentes y él no las ve. El corto lo que retrata es una gran señal al final de la vida para que te pares y empieces a valorar lo importante: que es que estamos aquí un rato y lo que importa es sentir.

P: ¿Y fue difícil marcar como intérprete esa evolución emocional de su personaje?

R: Había que poner la carne en el asador pero lo bueno fue trabajar con Macarena porque ella eso lo tenía muy en cuenta desde el principio. Hicimos trabajo previo. Tuvimos ensayos en Madrid antes de venir a rodar en Málaga y la verdad es que incluso, a veces, te diría que más ensayos que para un largo [risas].

P: ¿Sigue la misma preparación para un personaje de un largometraje que un cortometraje?

R: No tiene nada que ver porque el resultado sea más o menos longevo, tu base como actor te la tienes que preparar igual. Tener claro qué le pasa al personaje, cuáles son sus objetivos... En fin, luego que el metraje sea más o menos largo es lo de menos. Y en ese sentido, Macarena fue generosa, tener en cuenta que había que hacer un trabajo previo. No hacer nada gratuito. Que estuviera todo bien aposentado. Y como esa base estaba bien, luego el rodaje fluyó.

P: ¿Qué es lo que más le atrajo del guión para que aceptara la oferta?

R: Esa evolución del personaje y que se da en tan poco tiempo. También el mensaje. Me interesa que el producto en el que estoy pueda hacer reflexionar al que lo está viendo y plantearse ciertas cosas; eso todavía me estimula más. Y éste yo creo que te da un toque como espectador, de "párate de vez en cuando antes de que sea tarde".

P: ¿Alguna vez ha tenido que darse un toque de atención?

R: Sí, creo que nos pasa a todos, que a veces te vas embalando en algo y solo ves eso y descuidas las relaciones y a las personas.

"Macarena combina dos cosas maravillosas: es dulce en el trato y luego es exigente en el trabajo"

P: ¿Ve con posibilidades a Tránsito en la sección oficial de cortometrajes?

R: Por supuesto. No conozco los demás y me han dicho que hay muy buen nivel. Que se presentaron cerca de 1.000 cortos para que quedaran veintipocos. Por eso ya estoy contento. De casi mil que estemos hay... Y sobre todo, estoy muy contento por Macarena porque de verdad que creo que ella todavía no se cree lo buena que es.

P: Por cierto, ¿cómo fue la experiencia de trabajar con ella?

R: Una delicia. Macarena es, ante todo, un amor, muy buena persona, pero combinado con mucha seguridad en el trabajo y con tener muy claro lo que quería. Entonces, combina dos cosas maravillosas: es dulce en el trato y luego es exigente en el trabajo.  

P: Aunque estemos celebrando el cine español durante toda la semana que dura el Festival de Málaga, las cosas no se presentan fáciles para el sector de nuestro país. ¿Qué opina al respecto?

R: Bueno, yo quiero ser positivo siempre. Es obvio que estamos en un momento de cambio y quiero confiar en que todos los cambios son para bien. A veces para que aparezca la mariposa el gusano se tiene que retorcer, pero confío que sea para que luego salga la mariposa volando.

P: Dejando de lado por un momento el cine, nos gustaría conocer su impresión sobre la cancelación de Luna, el misterio de Calenda. ¿Les sorprendió la noticia?

R: Bueno, nosotros lo sabíamos antes. Siempre es una pena porque la verdad es que estaba feliz con Raúl, me encantaba ese personaje. Luego estábamos todos muy contentos porque éramos una familia muy bien avenida. Es siempre una pena pero bueno, esta profesión es así. Vas de proyecto en proyecto, de familia en familia, nunca sabes cuánto va a durar. Somos un poco trotamundos.

P: Volviendo al cine, ¿qué género cinematográfico le atrae pero, a la vez, le impone más respeto como intérprete?

R: Tengo ganas, porque es un reto para mí, hacer comedia y al mismo tiempo me da pavor. Es como que los resortes del drama los tengo ya más recorridos pero la comedia no y entonces cuando no lo he hecho me supone un reto. Está pendiente explorar el camino de la comedia, sí.

P: Proyectos a la vista...

R: Pues hay un poco de todo. Hay cositas que se tienen que acabar de cuajar. Un poco de cine y un poco de tele. De teatro llevo esta semana recibiendo varias ofertas y eso me pone contento porque desde La Avería, con Blanca Portillo, que estuvimos aquí [Málaga] en el Cervantes, no he vuelto a hacerlo.