Una película es una corta travesía de la que conocemos el comienzo pero perdemos el control de las emociones durante su transcurso, hasta volver a aferrarnos a su control durante el destino final. Tiene la capacidad de transportarnos a lugares que jamás pisaremos, de enfrascarnos en vidas que nunca viviremos y hacernos sentir emociones y sentimientos desconocidos para nuestra forma de entender el mundo. Por eso, la industria cinematográfica tuvo y tiene presentes los viajes y camina a su vera. Ayer fue la noche de los Oscar, la gran gala mundial del séptimo arte. Nueve fueron los filmes nominados a mejor película. Siete de ellos nos muestran paisajes inolvidables. ¿Hacia dónde viajaremos?
Lincoln:
La vida de Pi:
Este film es magia pura. Cuenta la historia de supervivencia de Piscine Molitor Patel, un joven indio que, junto con su familia, tiene que emigrar desde su Pondicherry natal hasta Canadá, tras vender el zoo que dirigía su padre. Pero durante este viaje comienza otro, una aventura que jamás olvidará. Una travesía a bordo de uno de los botes salvavidas a lo largo del oceáno Pacífico y con la compañía de una hiena, una cebra, una orangután hembra y un tigre de Bengala de nombre Richard Parker. En esta lucha por la supervivencia se sumarán la madurez mental de Pi y sus indagaciones sobre el mundo espiritual y la comprensión de Dios. Los que deseen conocer más sobre la ciudad que vino a nacer a Pi tendrán que marchar hacia la India, concretamente hacia la llamada India francesa o Pondicherry. En este territorio, al sur del país, el visitante estará a medio camino entre el exotismo hindú y la elegancia francesa, ya que aún se conservan una gran cantidad de edificios de la época colonial. Como ocurre con la ciudad de Goa, de carácter portugués, en Pondicherry hay una gran mezcla de culturas, religiones y formas de entender el mundo, además del marcado carácter francés en su arquitectura y amplios bulevares. Uno de los más bonitos de todos es el paseo marítimo, donde está la estatua del Mahatma Gandhi. Cerca de esta ciudad se encuentra Auroville, un lugar utópico y mágico en el que los hombres y mujeres aprenden a vivir en paz, armonía, más allá de calqueira creencia, opinión política o nacionalidad.
Argo:
Este thriller de Ben Affleck narra el rescate de varios miembros de la embajada estadounidense en Teherán tras las manifestaciones del 4 de noviembre de 1979. Seis norteamericanos logran huir y cobijarse al amparo del embajador canadense Kenneth D. Taylor. En este punto comienza un nuevo viaje. El protagonista del film, miembro de la CIA, intenta una argucia para producir el rescate. Él y su equipo tendrán que hacerse pasar por productores de cine que viajan al país islámico para inspirarse en un nuevo proyecto cinematográfico de ciencia ficción entre el Planeta de los simios y la Guerra de las Galaxias. Las tensiones políticas de finales de los años setenta aun continúan entre ambos países. Irán, cuna de grandes civilizaciones como la persa, es un destino único. El viajero tiene que despreocuparse de sus temores y echarlos a un lado. Los iraníes son gente tremendamente hospitalaria y preocupada por el bienestar del turista, al que siempre le tendrán más de una pregunta en la boca. Desde los servicios de los hoteles hasta el trato en los bazares, el viajero no tendrá queja alguna. Aunque el uso de vestimenta islámica es de obligado uso, sobre todo para las mujeres, el viajero no estará inseguro por las calles, tanto de Teherán como de calqueira otra población. Es de obligada visita la ciudad de Teherán, los restos de Persépolis y la ciudad de Shiraz.
Django desencadenado:
Volvemos de nuevo a los Estados Unidos. Esta vez, entre territorios de la Confederación y del salvaje oeste. Este film narra la historia del esclavo negro Django, separado de su esposa Broomhilda y de cómo tienta volver a su lado y conseguir la libertad. Para alcanzar su propósito, será ayudado por un cazarecompensas. Ambos tendrán que hacerse pasar por personas que no son para llevar a cabo sus misiones. Viajes a través del espacio y de la ilusión de ser quien no se es. Gran parte del film está ambientado en Texas aunque, en una parte de la película, los protagonistas viajan cara una plantación cerca de Greenville, en el Estado de Mississippi. En este, y en varios Estados más como Alabama, Georgia o Lousiana aún podemos contemplar la maravillosidad de las enormes plantaciones, hogar de las grandes fortunas del siglo XIX. Pero si lo que queremos es montar a caballo entre el inhóspito territorio de Texas, podremos hacerlo en el Hyatt Regency Lost Pines, en Austin. En este hospedaje también podremos relajarnos con el masaje Texas Two-Step, que comienza con un exfoliante de azúcar, pepino y menta, seguido de una masaje de piedras calientes en los pies y luego en las manos.
Bestias del sur salvaje:
Y sin abandoar el sur de los Estados Unidos nos transportamos hacia ciudad de Nueva Orleáns, cuna del blues y del jazz, y hogar de una de las más anárquicas fiestas del mundo, el Mardi Grass. Este enclave único en el mundo, mezcla de la distinción francesa, tristeza del blues y filosofía de vida de los ciudadanos afroamericanos, vivió uno de sus más trágicos episodios durante el año 2005, fecha de la eclosión del huracán Katrina. La historia de este film cuenta las aventuras de Hushpuppy, una niña que vive con su padre, Wink, en una comunidad rodeada de agua. Wink le enseña a sobrevivir por sí misma. Y justo, con el tiempo, su padre enferma mientras una tormenta inunda su hogar. Es en este momento cuando la imaginación de Hushpuppy conecta este suceso con la llegada de icebergs y jabalíes gigantes, mostrando que únicamente con la fuerza de nuestra mente podremos vivir el más grande de los viajes. La isla imaginaria del film, conocida como Bathtub, está inspirada en las comunidades de pesca independientes de los arredores de Nueva Orleáns, en particular de la Isle de Jean Charles, en la villa de Terrebonne.
La noche más oscura:
Pasamos de Norteamérica hacia el corazón del continente asiático, concretamente a los países de Pakistán y Afganistán. El film trata sobre la polémica captura del terrorista Osama Bin Laden. Estos dos países son muy inestables para hacer un viaje, sobre todo diversas zonas. En el norte de Pakistán, la región de Cachemira vive desde hace años una disputa internacional por sus fronteras que la convirten en uno de los lugares más peligrosos del planeta, con multitud de atentados y guerrillas. A pesar de esto, esta región es el hogar de fortalezas como la de Hunza y vió pasar hace ya muchos siglos a las tropas de Alejandro Magno. Además, Pakistán cuenta con unas restricciones del número de turistas. En el caso de Afganistán la situación es aún peor. Con el país en guerra, los atentados y ataques suicidas de los terroristas a enclaves de presencia extranjera dificultan la entrada de visitantes. Pocas son las agencias de viajes que tienen ofertas en este país. Entre los destinos clave destacan la capital, Kabul, y la ciudad de Herat, cerca de Turkmenistán, que reconstruyó parte de sus monumentos históricos, alguno de la época antigua.
Los miserables:
Y del Afganistán actual pasamos al París de Victor Hugo. Esta adaptación musical de la famosa novela nos muestran las desventuras de Jean Valjean, Cosette, Fantine y el general Lamarque en una ciudad en lucha, preparada para la revolución de 1830. El bien y el mal, el perdón de los pecados y la nueva vida de paz interior, la ética o la religión son varios de los mensajes que esta película mostrará al espectador. El viajero que vaya a París se encontrará con una ciudad de mil caras, en la que se puede degustar de una lujosa cena en barco a través del Sena, pasear por cementerios donde descansan personalidades únicas, o admirar el arte de los pintores callejeros del Montmartre. Y como no podía ser de otro modo, también se podrá conocer el París de los Miserables. En un momento de la película, Jean Valjean y Marius se libraron de la muerte a través del alcantarillado. Si se quiere ver dónde fue rodada esta escena habrá que ir atá el Músee des Egouts, en el que podrás recorrer 500 metros de las alcantarillas parisinas. Además, los más lujosos podrán dormir en un hotel de comienzos del 1800, el Hôtel Lee Bristol, cerca del Palais de l'Élyssé, actual sed de la Presidencia de Francia. Y si se quiere indagar aún más, en las oficinas de turismo y en los hoteles se podrá preguntar por los numerosos tours basados en los Miserables, que recorren el barrio de Les Marais, y acercan una nueva forma de entender esta gran metrópolis.